Han pasado casi cuatro meses desde que Nicolas Maduro gano las elecciones presidenciales en Venezuela, una victoria en disputa ya que el gobierno no publicó pruebas de su victoria.
Desde antes de las elecciones, la encuestadora ORC Consultores proyectaba que 18% de los venezolanos estaría dispuesto a migrar en un plazo de seis meses si Maduro conservaba el poder. Eso se añadiría a los casi 7,7 millones de migrantes y refugiados venezolanos que ya viven alrededor del mundo, 6,5 millones de ellos están en países de Latinoamérica y el Caribe, según la Plataforma R4V, una pinstancia de coordinación interagencial para la migración venezolana.
Mientras perdura la represión política tras las elecciones en Venezuela, algunos analistas expresan preocupación por una nueva ola de migración venezolana a otros países latinoamericanos.
En agosto y septiembre se registró un aumento en el flujo migratorio a países fronterizos como Colombia y Brasil, “con un importante incremento en las solicitudes de refugio en el contexto de la represión postelectoral en Venezuela”, dijo María Gabriela Trompetero, investigadora y docente en temas migratorios en la Universidad de Bielefeld, Alemania.
Trompetero señaló que “en Colombia, se presentaron 1.693 solicitudes de asilo entre el 28 de julio y el 19 de septiembre” y “en Brasil el balance neto de entradas y salidas de venezolanos mostró un incremento de 28,6% en agosto, alcanzando 1.933 solicitudes de refugio, el mayor número registrado entre enero y agosto de este año”.
En la ruta del Darién, un cruce fronterizo selvático y peligroso de 100 kilómetros entre Colombia y Panamá muy popular entre los migrantes de todo el mundo, la migración venezolana tomando la ruta también creció en septiembre. Según Trompetero, «aunque no se han registrado los mayores flujos migratorios del año por esta zona, desde el 28 de julio se ha identificado una tendencia creciente».
Según la investigadora, la respuesta al repunte migratorio de parte de los países de la región latinoamericana “han sido diversas”.
Aunque unos países en la región no han experimentado o registrado aumentos inusuales de migración venezolana tras las elecciones, muchos han adoptado medidas de regularización y “securitización”, que tiende a enmarcar la migración como una amenaza para la seguridad nacional.
La Plataforma R4V nota que aunque Perú y Chile no observaron “movimiento inusuales de población” sus gobiernos “adoptaron medidas de “securitización” ante la posible llegada de más migrantes venezolanos, aumentando los controles fronterizos y el aumento de la presencia militar en el caso chileno”, dijo Trompetero.
Además del aumento de la “securitización” en algunos países, los migrantes venezolanos también se enfrentan a retos migratorios en el extranjero gracias a las repercusiones políticas que ha tenido la elección presidencial.
Tras la condena de la elección venezolana por parte de varios gobiernos de la región, el régimen de Maduro rompió lazos diplomáticos con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, Uruguay, República Dominicana y El Salvador.
Esta decisión causó la expulsión de los cuerpos diplomáticos de cada país, así como el cierre de varias embajadas y consulados en la región, lo que exacerba las dificultades de los venezolanos en estos países para tramitar documentos necesarios y recibir servicios consulares.
Por ejemplo, en Panamá, los migrantes venezolanos tendrán permitido usar pasaportes vencidos para realizar trámites durante seis meses. “Sin embargo, el gobierno ha anunciado que podría iniciar la deportación de ciudadanos venezolanos hacia terceros países”, puntualizó Trompetero.
En septiembre, Argentina implementó un Régimen Especial de Regularización Migratoria “que permite a los migrantes venezolanos regularizar su estatus con documentos vencidos y otras flexibilidades”, explicó la investigadora. El régimen aplica a quienes se encontraban en el país antes del 20 de septiembre de 2024 y a quienes ingresen regularmente después de esa fecha, pero nada más estará disponible por 90 días.
Colombia es el país con la mayor cantidad de migrantes venezolanos, con más de 2,9 millones de venezolanos en enero de 2024.
Según la consultora de riesgo político Colombia Risk Analysis, “durante agosto se experimentó el mayor flujo de ciudadanos venezolanos ingresando a Colombia en comparación con el mismo mes de 2023. Este fue también el número más alto de migrantes venezolanos que entraron a Colombia este año.”
“Sin embargo, durante septiembre, el número de entradas de venezolanos a Colombia bajó significativamente, lo que sugiere que en los meses restantes del año se mantendrán números de entrada y salidas muy similares a los de meses anteriores a agosto”, le dijo la consultora a Latin America Reports.
El 27 de agosto el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que estaba trabajando en un nuevo estatuto de permanencia para migrantes venezolanos, en vez de extender el Estatuto Temporal de Protección de 2021. “Esta nueva ‘categoría’ sería otorgada a migrantes que ya se encuentran dentro del territorio colombiano”, dijo Colombia Risk Analysis.
Entre estas nuevas medidas para la regularización está “la Visa de Visitante, que podría beneficiar a personas que salieron de Venezuela después del 28 de julio”, dijo Trompetero.
No obstante, Trompetero recalcó cómo el sistema de refugio en Colombia “continúa siendo lento y precario: los solicitantes no tienen permitido trabajar mientras esperan respuesta, un proceso que puede tardar tres años o más”.
El 10 de enero de 2025 se inaugurará en Venezuela el nuevo mandato presidencial. Mientras Maduro está determinado a comenzar su tercer mandato consecutivo, la líder opositora María Corina Machado está convencida de que Edmundo González Urrutia, quien según las actas publicadas por la oposición y revisadas por observadores electorales externos ganó las elecciones por un margen amplio, será juramentado como presidente.
Trompetero considera que el número de personas que salen de Venezuela «puede continuar en auge después del 10 de enero de 2025 ya que algunas personas aún guardan esperanza frente a un posible cambio político u organizan tener más recursos financieros para iniciar el proceso migratorio».
Colombia Risk Analysis coincide, ya que con base en las cifras cree probable que, una vez posicionado Maduro en enero de 2025, el número de entrada de ciudadanos venezolanos a Colombia aumentará durante los meses de febrero y marzo.
Esto significa, según Colombia Risk Analysis, que “Colombia continuará siendo un país de tránsito para la migración venezolana, lo que implica que rutas como el Darién y otras conexiones emergentes con Brasil y Perú experimentarán un mayor flujo de personas para el siguiente año”.
Estudios de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), también como otros centros de investigación, han demostrado que la migración tiene un impacto positivo en las economías de los países de acogida en América Latina a medio y largo plazo.
Trompetero cree que el impacto positivo de la migración venezolana podría ser “aún mayor si todos los desplazados forzados estuvieran en situación regular y pudieran acceder al mercado laboral formal, desempeñándose en las áreas para las que están capacitados”.
“Si los países siguen optando por políticas de cierre y ‘securitización’, este potencial no podrá realizarse plenamente”, afirmó Trompetero.
Además, si algunos líderes de la región continúan emitiendo discursos xenófobos contra la población migrante, como las recientes declaraciones de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, quien sigue vinculando sin fundamento empírico a los migrantes venezolanos con la delincuencia, Trompetero considera que “la discriminación continuará en aumento, exacerbando las tensiones sociales en las comunidades de acogida y empujando a las personas desplazadas a buscar nuevos destinos, como Estados Unidos, a través de rutas peligrosas como la selva del Darién”.
Adicionalmente, la investigadora considera que la reciente elección de Donald Trump como presidente estadounidense “aumentará la presión sobre los países de América Latina para que contengan a las personas migrantes y refugiadas, frenando así su desplazamiento hacia Estados Unidos».
A su vez, “esto complicará aún más un escenario que demanda respuestas multilaterales con un enfoque en derechos humanos, flexibilización de requisitos y políticas de regularización e integración migratoria”, concluyó Trompetero.
Por Isabella Lapadula. Reportera becaria en Latin America Reports. Originaria de Caracas, estudia historia y literatura en la Universidad de Edimburgo y ha escrito sobre temas migratorios para Migrant Women Press, FreshAir Radio y The Broad Online, el periódico estudiantil de la Universidad de Edimburgo.
La entrada América Latina frente a la migración venezolana: ¿qué se espera en los próximos meses? se publicó primero en EL NACIONAL.