De no ser una fantasía estupefaciente a modo y manera de las del pequeño Nicolás, me sigue pareciendo muy atractivo y rebosante de posibilidades cinematográficas, el episodio de Delcy Rodríguez que nos cuenta Víctor de Aldama en su explosiva declaración del jueves pasado. Podemos creerlo o no. Y tragarnos o atragantarnos con su versión Bond, James Bond, de que ha colaborado con el MI6 y la CIA. Y hacer chistes de socorro como hacen sus cuates socialistas para escapar de la onda destructora de su relato. O pensar que la osadía del «nexo corruptor» es tan desmesurada que comparte ensaladilla en los bares con activos de los servicios de inteligencia. Eso va en el índice de ingenuidad de cada quisque....
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