El gesto final de Álex de Miñaur en su partido contra Jannik Sinner en las semifinales de la Copa Davis que enfrentaba a Australia contra Italia es una demostración de lo que sienten ahora los rivales del número uno del mundo. Cuando falló el último tiro, el australiano lanzó con furia la raqueta contra el suelo. Rápidamente, acudió a felicitar al pelirrojo de San Cándido, le dio un abrazo y le dedicó unas palabras.
Acababa de perder por 6-3 y 6-4. La sensación de impotencia viene porque tiene poco que reprocharse, no se puede decir ni mucho menos que hiciera un mal partido e incluso contestó al primer break de su rival con otra rotura. Pero, con todo eso, con sus resistencia desde el fondo y con los intentos de ser ofensivo, sólo le dio para quedarse lejos en el marcador, ni siquiera amenazó con lograr el triunfo. Encadena el líder de la ATP 13 triunfos consecutivos, 22 sets seguidos, pues los once últimos encuentros los ha ganado de corrido, además ante rivales como Djokovic, Medvedev, Fritz, Ruud o el propio De Miñaur, todos en el “top 10”. El último que se llevó un parcial ante él fue Etcheverry, en la tercera ronda del Masters 1.000 de Shanghái. Fue el primero, por 7-6. Después llegó la remontada: 6-4 y 6-3.
En las eliminatorias de Italia en la Copa Davis que se está disputando en Málaga, con éxito de público pese a la pronta eliminación de España, casi se da por hecho que el punto de Sinner es seguro para Italia, si acaso con la duda de qué hubiera podido pasar en una hipotética final con el equipo capitaneado por David Ferrer, que tiene a Carlos Alcaraz en sus filas. El murciano es el último que ganó a Sinner, en octubre en la final de Pekín, la única derrota en los tres últimos meses. El español le ha vencido en otras dos ocasiones en este 2024 (por ninguna derrota). Son tres de los seis partidos que no ha podido ganar Jannik (los otros tres, contra Tsitsipas, Medvedev y Rublev).
El caso es que Alcaraz ya no está, y como ese punto de Sinner está casi asegurado (ojo, es deporte y los partidos se tienen que jugar), para ganar a Italia hay que conquistar los otros dos duelos. Argentina se quedó cerca en los cuartos, porque Cerúndolo superó a Musetti y todo se decidió en el dobles, donde también participó el mejor tenista del momento, junto con Berrettini, y lograron el pase.
Australia no llegó tan lejos. Volandri, capitán italiano, escogió esta vez a Berrettini para el encuentro de los números dos, y el finalista de Wimbledon 2021 se impuso en una batalla vibrante a Kokkinakis ( 6-7 [6/8], 6-3 y 7-5), que protagonizó un ejercicio de resistencia fantástico obligando a su oponente, que estaba siendo muy superior, a tener que estar dos horas y 40 minutos para rematarlo. Berrettini, ahora el 35 del ranking mundial, es un ·top 10” en potencia (fue el seis de la clasificación en 2022), pero las lesiones le han impedido tener más continuidad. Todavía está a tiempo, a sus 28 años. El saque y la derecha que tiene le pueden volver a situar en la élite.
Italia tiene un equipazo y el último en desafiarla será el verdugo de España, Países Bajos. La clave puede estar también en el primer partido. Van de Zandschulp, el jugador que ganó a Nadal en su último partido como profesional, está invicto en Málaga. Visto lo de las semifinales, su rival será posiblemente Berrettini. Después, Sinner contra Griekspoor. Si llega vivo hasta ahí, el equipo naranja tiene opciones en el partido por parejas, con el fantástico Koolhof. El doblista neerlandés cuelga la raqueta después de esta Davis.