Una década acabamos de cumplir sin la duquesa de Alba . La duquesa conviene a esta tribu dorada, porque ella fue figura de desacatos diversos, una punki que se excedía por bulerías, una aristócrata que se trató con golfemia de monumento. Algo tuvo de personaje de Torrente, pero con 'deneí' y títulos nobiliarios para llenar varios almacenes. Yo díría que fue una rebelde en varios idiomas, porque hablaba cinco, o seis , más el idioma insomne de la golfería de los tablaos, y la noche. Siempre le gustó mucho el tuteo con los bailaores y los toreros. Hasta el alba. Siempre fue libre de espíritu, aunque le hizo caso a su primer marido, y no posó desnuda para Picasso, que...
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