Desde que los 67 candidatos llegaron a Vietnam, su nombre es uno de los que más ha sonado. Toni Company , representante de España en Míster Mundo 2024, aterrizó en el país asiático hace dos semanas para estar presente en las distintas actividades que la organización había preparado para ellos. Además, ejercer un buen papel en ellas deriva en incrementar las posibilidades de clasificar en la gala final del certamen de belleza , que tiene lugar este sábado 23 de noviembre. «Es mucha presión y estrés. Al final, te están juzgando en todo momento, pero he trabajado mucho este último año y tengo una fortaleza mental muy buena. Lo estoy llevando con positivismo y alegría, intentando disfrutar de todo lo que hago», explica el joven en conversación con ABC. Independientemente de si se proclama ganador o no, Company está satisfecho con el trabajo realizado: «Nos hemos esforzado mucho». Y pese a que, por ahora, no está nervioso -«siento mucha paz de haber hecho todo lo que quería»-, cree que cuando se acerque el momento «sí lo estaré»: «Eso es bueno porque significa que es algo que te importa». Aunque si de algo se siente orgulloso es de el mensaje que quiere transmitir: «Hablo de la ataxia, una enfermedad degenerativa que dificulta la vida del que la sufre. En cuestión de pocos años, comienzas con pérdidas de equilibrio, te cuesta hablar, pierdes la movilidad hasta el punto de terminar en una silla y tienes problemas con la comida porque te atragantas». Apuntar que a día de hoy no tiene cura . El representante de España en Míster Mundo 2024 fue consciente de la dureza de la enfermedad con tan solo 23 años: «Mi madre y mi tía la tenían». Por aquel entonces, Company «no sabía que hacer ni para donde tirar y se me presentó la oportunidad de participar en el certamen, que lleva el lema de 'Belleza con un propósito'. Lo vi como una señal que me lo propusieran, era algo que no podía decir que no. Tenía una voz muy fuerte dentro que me decía que tenía que hacerlo sí o sí». Además, considera que las caras bonitas «han pasado de moda»: «Tienen que servir para algo más. Si alguien la tiene, debería aprovecharla para hacer algo positivo y mejorar el mundo. Aunque sea un poco». Así, desde que alzó su voz, son varias las personas que le han escrito para agradecerle la visibilidad: «Es lo que más me llena». Lo vivido ha hecho que Toni Company tenga una madurez superior a la de otros de su edad. De ahí a que haya aprendido a sacar lo positivo de lo negativo: «Al principio, lo veía como una putada, pero me he dado cuenta que si me hubieran preguntado en algún momento de mi vida si prefiero vivir 50 años a tope o 80 sin ser consciente de nada, hubiera preferido la primera opción. Esto me ha hecho ver que estar vivos es un regalo, mi madre me lo ha enseñado todo en la vida. Lo es todo para mí». Y tiene claro que aunque «es lo más duro que he vivido, es mi motor de vida». Su objetivo es claro: dar visibilidad a esta enfermedad, desconocida por gran parte de la población española, para que se investigue y den con tratamientos que mejoren la calidad de vida de los que la padecen. Por ello, Company considera que su punto fuerte para alzarse con la victoria es su misión: «Me hace sacar una fuerza que ni me imaginaba que tenía. Daría mi vida por esto. Me siento capaz de todo por defenderlo. Ese es mi fuerte, esa capacidad que tengo para aguantar todo lo que me echen». Señalar que parte como uno de los favoritos para alzarse con el título -gran parte de los 'hot picks', predicciones, lo sitúan entre las primeras posiciones-. Aunque esto no ha impedido que haya recibido comentarios negativos: «Me han criticado por mi acento en inglés. No lo hablo a nivel nativo, pero he avanzado mucho. Estoy orgulloso porque hablo español, inglés y alemán. Nadie nace sabiendo idiomas, son cosas que se aprenden». Y tiene claro que la pregunta final la hará en inglés: «Se puede responder en español, pero no queda bien. Espero que la gente me entienda, se puede impactar más que siendo traducido por una persona externa». Esta experiencia le ha permitido conocer a personas de todo el mundo con una historia digna de contar. Y si de algo presume es de haber podido hablar con gran parte de sus contrincantes: «Algo que me gusta es sentarme solo cuando voy a comer para ver quién se sienta conmigo. No me gusta estar en el mismo grupo siempre». Eso sí, ha sentido una conexión especial con los candidatos de Francia, Italia y República Checa: «Estaría encantado de compartir el duelo final con alguno de ellos, pero es imposible. Los cuatro finalistas son uno de cada continente». También tiene claro lo que hará cuando termine Míster Mundo 2024 : «Lo primero, comerme una hamburguesa con patatas fritas (risas). Luego, dependerá de lo que pase. Soy muy feliz y he encontrado la paz en lo que hago día a día. Gane o no, mi vida seguirá igual. Me gusta mi trabajo de agente inmobiliario ya que encontrar casa a la gente es algo especial». Aunque su refugio son los suyos: «Soy mucho de mi familia y de mi círculo más cercano, prefiero calidad a cantidad».
