El presupuesto de Alicante para el próximo año avanza a cámara lenta. Pese a que el alcalde, Luis Barcala, inició las negociaciones con los grupos de la oposición a finales de verano, el borrador del documento aún no se encuentra en manos del interventor municipal. Un trámite que, según el propio alto funcionario, debe llevarse a cabo en torno al mes de septiembre para poder llegar a tiempo de que las cuentas entren en vigor para el 1 de enero. Una ansiada meta que el ejecutivo municipal no logra alcanzar desde tiempos de Sonia Castedo.