Xabi Alonso es un personaje icónico del fútbol, tanto por su elegancia en el campo de juego como por su paso del banquillo al cargo de entrenador. Desde sus comienzos como futbolista en el norte de España hasta su evolución hacia un técnico con gran potencial, Alonso ha experimentado una metamorfosis tanto en su trayectoria profesional como en su personalidad y modo de vida.
Xabi Alonso, nacido el 25 de noviembre de 1981 en Tolosa, País Vasco, se desarrolló en un ambiente de fútbol. Su padre, Periko Alonso, jugó como profesional y ganó la liga con la Real Sociedad, lo cual tuvo un impacto significativo en su amor por este deporte. Desde su juventud, Xabi demostró destrezas naturales para el fútbol, sobresaliendo por su percepción del juego y su exactitud en los pasos.
Iniciaron su trayectoria profesional en la cantera de la Real Sociedad, donde rápidamente ascendieron de categoría debido a su habilidad. En el año 2000, hizo su debut en el primer equipo y, dos años más tarde, guió a la Real Sociedad hacia un memorable subcampeonato de La Liga durante la temporada 2002-2003. En ese momento, Alonso era un mediocampista de apariencia modesta, con un cabello corto y una postura humilde que contrastaba con su habilidad en el terreno de juego.
En 2004, Xabi Alonso experimentó su primera incursión en el fútbol internacional al fichar por el Liverpool, donde su estilo de juego se acopló de manera ideal al enérgico fútbol inglés. Alonso, bajo la dirección de Rafa Benítez, se transformó en un componente esencial del mediocampo del equipo. Su habilidad para dar pasos largos y su tranquilidad en los momentos de tensión lo establecieron como un modelo a seguir.
El momento álgido de su periodo en Liverpool se produjo en 2005, año en el que el equipo obtuvo la Liga de Campeones en una final histórica contra el AC Milan. Alonso anotó uno de los tantos que propiciaron la remontada histórica. En aquel instante, no solo sobresalía en el campo, sino que también empezó a sobresalir más allá de él, exhibiendo una personalidad más madura y sofisticada.
En 2009, Alonso volvió a España para fichar por el Real Madrid, lugar en el que prosiguió su crecimiento como jugador de fútbol. A lo largo de su periodo en el club merengue, obtuvo una Liga, dos Copas del Rey y una Liga de Campeones, estableciéndose como uno de los mediocampistas más eficientes de su era.
La transformación en Alonso no solo se basaba en el fútbol; también empezó a manifestarse en su estilo personal. Con su barba meticulosamente arreglada y su estilo sofisticado, se transformó en un ícono de moda en el ámbito deportivo. Este periodo significó un cambio radical en su reputación pública, transformándose de un jugador con potencial a una figura emblemática.
En 2014, ingresó al Bayern Múnich, donde concluyó su trayectoria como futbolista. Alonso, bajo la dirección de Pep Guardiola, no solo conservó su nivel, sino que también empezó a mostrar un interés ascendente por los elementos tácticos del fútbol, una señal de lo que su camino hacia los banquillos sería.
Luego de su retiro como futbolista en 2017, Xabi Alonso optó por empezar su trayectoria como entrenador. Inició su carrera en las divisiones inferiores del Real Madrid y, más tarde, tomó las riendas del filial de la Real Sociedad. Su método táctico y su habilidad para establecer conexiones con los jugadores lo establecieron rápidamente como un entrenador con un porvenir prometedor.
En 2022, Alonso realizó un avance significativo al asumir la dirección del Bayer Leverkusen, en la Bundesliga. Bajo su liderazgo, el equipo ha exhibido un juego activo y eficaz, lo que ha fortalecido su prestigio como técnico en crecimiento.