Países Bajos, que eliminó a España en cuartos precipitando la retirada de Rafael Nadal, batió a Alemania en semifinales (2-0), este jueves en Málaga, y disputará el domingo por primera vez la final de la Copa Davis, competición creada en 1904.
El mejor resultado histórico de Países Bajos en el torneo de naciones era la semifinal perdida contra Francia en 2001.
"Estoy increíblemente orgulloso, jugaron muy bien", señaló el capitán holandés Paul Haarhuis, que formó parte de aquel equipo semifinalista hace 23 años.
Su rival saldrá del duelo entre la vigente campeona Italia, liderada por el número 1 mundial Jannik Sinner, y un clásico de la competición como Australia, que se disputa el sábado (12h00 GMT).
El número 1 holandés y 40º jugador de la ATP Tallon Griekspoor se impuso en el segundo partido a Jan-Lennard Struff (43º) por 6-7 (4/7), 7-5 y 6-4.
En un duelo entre dos máquinas de sumar saques directos, Struff se llevó en el 'tie-break' una primera manga en la que ninguno de los jugadores fue capaz de lograr una bola de rotura.
Griekspoor no perdió la confianza y esperó su momento, que llegó con 5-5 en la segunda manga. Logró el 'break' e igualó el partido con un ace.
Con un juego eléctrico, en ocasiones desconcertante pero con mas herramientas en los intercambios que Struff, firmó una nueva rotura al inicio del tercer set -las dos únicas que se registraron en el partido- para abrir una brecha que fue definitiva.
Griekspoor cerró el duelo con su 25º saque directo de la noche, celebrando el triunfo de rodillas ante la hinchada naranja, que ocupaba una tribuna cercana al banquillo en el Palacio de Deportes Martín Carpena.
Struff, que firmó 13 'aces', no fue capaz de aprovechar las dos bolas de rotura que tuvo.
"Creo que el nivel del partido fue increíble, los dos sacamos muy bien. Tengo mucho respeto por él, pero estoy feliz con el final del duelo", dijo Griekspoor.
Antes, Botic van de Zandschulp (80º), el jugador que batió a Nadal el martes en su último partido como profesional, batió en un maratón de 2 horas y 40 minutos a Daniel Altmaier; 6-4, 6-7 (12/14) y 6-3.
Van de Zandschulp, sólido en los intercambios pero febril a la hora de cerrar el duelo, tuvo que esperar a su décima bola de partido para levantar los brazos.
"Pudo ser más fácil, pero lo hice por el camino difícil. De alguna manera, no sé qué más podía hacer en los 'match points'. Jugar el primer partido de una semifinal siempre significa un poco de presión", dijo el jugador, protagonista del éxito de su equipo en esta 'Final 8' con tres victorias, ya que además participó en el dobles que batió a España en cuartos.
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