En la remota localidad de Odd, en West Virginia, los Whittaker se convirtieron en el caso más grave de endogamia en Estados Unidos. Su historia se hizo conocida en el 2020 cuando el fotógrafo y documentalista Mark Laita presentó un crudo retrato en su documental Inbred family - The Whittakers. Expuso la vida de una familia afectada por generaciones de consanguinidad, con graves problemas de salud física y mental.
La familia vivía aislada en una pequeña comunidad de montaña en West Virginia. Sus problemas genéticos surgieron de matrimonios entre primos hermanos dobles, lo que significa que compartían a los mismos abuelos. Este tipo de uniones aumentó la probabilidad de que los descendientes heredarán enfermedades genéticas recesivas.
Mark Laita conoció a los Whittaker en el 2004, mientras trabajaba en su libro fotográfico Created Equal. En el pódcast Konkrete KLIPS, Laita comentó que desde ese primer encuentro, quedó impactado. Varios de los miembros, como Ray y Lorraine, solo podían comunicarse mediante gritos y gruñidos, incapaces de hablar con claridad. La familia vivía en condiciones precarias, con acceso limitado a educación y atención médica. Solo uno de ellos, Timmy, logró graduarse de la escuela secundaria.
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A lo largo de los años, Laita documentó la vida de la familia, enfrentándose a la resistencia de los vecinos, quienes los protegían de las burlas. En su primera visita, un vecino incluso salió armado y lo amenazó. Sin embargo, con el tiempo, él estableció una relación de confianza con ellos, logrando registrar su vida sin caer en la ridiculización.
La comunidad local fue clave para protegerlos, rechazando a aquellos que se acercaban con malas intenciones. Los vecinos se encargan hasta ahora de ahuyentar a los curiosos, en un esfuerzo por resguardar a la familia de más humillaciones.
En el 2020, Laita lanzó su documental en su canal de YouTube, Soft White Underbelly, donde actualmente cuenta con casi 6.000.000 de reproducciones. El video mostró cómo la endogamia afectó a la familia, dejando a varios de sus miembros con discapacidades severas. Aunque no podían articular palabras, los Whittaker lograban entender preguntas y expresaban su desacuerdo a través de gritos si algo no les agradaba.
La endogamia, que se refiere a las uniones entre personas emparentadas, tiene consecuencias graves para la salud genética de las generaciones siguientes. En el caso de los Whittaker, sus problemas físicos y mentales son el resultado de múltiples generaciones de matrimonios entre primos hermanos gemelos. Este tipo de uniones incrementa las probabilidades de que los descendientes hereden enfermedades recesivas, aquellas que solo se manifiestan cuando ambos padres son portadores del mismo gen defectuoso.
El Dr. Salmo Raskin, especialista en genética, explicó al medio brasileño O’Globo que cuando dos personas cercanamente emparentadas tienen hijos, se reducen las posibilidades de variabilidad genética, lo que facilita la transmisión de trastornos hereditarios. En casos como el de los Whittaker, donde el “pool genético” está limitado por varias generaciones de consanguinidad, las probabilidades de que los hijos hereden enfermedades recesivas, como trastornos mentales y físicos, aumentan significativamente.
Genética no es determinante en enfermedades mentales
Genéticamente todos heredamos una copia de cada gen de nuestros padres. Si ambos progenitores portan una copia mutada del mismo gen, existe una mayor probabilidad de que esa mutación se manifieste en los hijos. Entre personas no emparentadas, el riesgo de que los descendientes desarrollen una enfermedad recesiva ronda el 3%, mientras que entre primos ese riesgo se duplica, llegando hasta el 6%. En matrimonios entre primos hermanos dobles, como los padres de los Whittaker, el riesgo es aún mayor debido a la alta coincidencia de genes defectuosos.
Es importante destacar que la endogamia y el incesto son conceptos distintos, aunque ambos involucran relaciones dentro de la misma familia. La endogamia puede implicar matrimonios entre primos o parientes lejanos, como sucede en culturas donde estas uniones son aceptadas, por ejemplo, en el Medio Oriente o partes de Asia y África. En cambio, el incesto se refiere a relaciones más cercanas, como entre hermanos o entre padres e hijos, lo cual conlleva aún mayores riesgos genéticos.
El caso histórico de Carlos II de los Habsburgo, el último rey de España de esa dinastía, ilustra los devastadores efectos de la consanguinidad. Debido a generaciones de incesto dentro de la familia real, Carlos II nació con múltiples deformidades físicas y mentales, que finalmente marcaron el fin de su linaje.
Este tipo de consanguinidad también es común en otras partes del mundo. En muchas culturas del Medio Oriente, Asia y África, los matrimonios entre primos son socialmente aceptados. Se estima que alrededor del 10% de las familias a nivel mundial están formadas por matrimonios consanguíneos, lo que representaría más de 750 millones de personas. Estas uniones incrementan el riesgo de enfermedades autoinmunes y malformaciones congénitas.
El árbol genealógico de los Whittaker revela la compleja historia de consanguinidad que definió a esta familia de West Virginia. Todo comenzó con James Perkins y Lucy Conway, quienes fueron padres de Eliza y Mary Perkins. Eliza se casó con Thomas Whittaker, mientras que Mary tuvo una hija, Ada Riggs, con Samuel Riggs.
De la unión entre Eliza y Thomas nacieron los gemelos Henry y John Whittaker. Más tarde, el gemelo John se casó con su prima Ada Riggs, hija de Mary y Samuel. Por otro lado, Henry se casó con Sarah, y juntos tuvieron a John Whittaker, quien continuó el ciclo al casarse con su prima hermana Gracie Whittaker, hija de John y Ada Riggs.
La pareja formada por John y Gracie Whittaker tuvo 15 hijos, varios de los cuales aparecen en el documental de Mark Laita: Aileen Violet, Emory Lee, Barbra Ellen, Nannie Lou, Connie Jean, Freddy Lee, Mary Madeline, John Wade, Betty Ann, Danny Ray, Larry Eugene, Kenneth Waye, Lorene Sue, Judy Kay y Michael Steven.
Además, la siguiente generación incluye a Timmy Allen, hijo de Lorene Sue.
A pesar de la atención que recibieron tras el documental de Laita, la situación de los Whittaker sigue siendo precaria. Según el New York Post, la pobreza extrema limitó su acceso a mejoras en salud y vivienda. Gracias a una campaña de GoFundMe, lograron recaudar más de $35.000, que usaron para reparar su vivienda y comprar un vehículo. Sin embargo, las mejoras no son suficientes, y la familia sigue enfrentando graves dificultades económicas.
Además, algunos miembros de la familia enfrentaron problemas con la ley. John Wade Whittaker Jr. y Jason Whittaker, nietos de los primos hermanos que iniciaron el linaje familiar, fueron condenados por delitos sexuales contra menores y fueron condenados a prisión en 1999 y en el 2001. Ambos enfrentan cargos adicionales por no registrarse como delincuentes sexuales tras su liberación.
La familia también sufrió la pérdida de uno de sus miembros más importantes, Larry Whittaker, quien falleció en mayo del 2024, aparentemente a causa de un ataque al corazón. Larry era conocido por cuidar a sus hermanos junto con Betty, quien había prometido a su madre no casarse para dedicarse a cuidar de sus 14 hermanos.
*La redacción de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue investigada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.