El salario medio en España se elevó en 2023 a 2.273 euros, un 7,3% más que hace un año y una subida superior a la inflación media anual registrada el año pasado, que fue del 3,55%. En paralelo, el salario mediano -valor que ocupa la posición central tras ordenar a todos los individuos desde el salario más alto al más bajo- se elevó hasta los 1.935,5 euros, con un incremento del 7,4%. Esta diferencia entre el dato del salario medio y del salario mediano deja entrever las importantes diferencias salariales del mercado laboral español. Pero además de la brecha entre "ricos" y "pobres", hay también una brecha de género y por comunidades.
Por sexo, los hombres tuvieron una mayor concentración relativa en salarios altos que las mujeres. Así, el 34% ingresó 2.548,2 euros o más en 2023, frente al 25,7% de las mujeres. En los salarios bajos ocurrió al contrario y el 39,7% de las mujeres tuvo un salario inferior a 1.534,7 euros, frente al 21% de los hombres. El salario medio de las mujeres fue de 2.063,2 euros al mes, mientras que el de los hombres alcanzó los 2.467,9 euros, reflejando una brecha de 404,7 euros.
Por grupos de edad, los trabajadores de mayor edad destacaron en los salarios más altos, favorecidos por una mayor proporción de contratos indefinidos, una larga antigüedad y una amplia experiencia laboral. En contraste, los jóvenes se concentraron en los niveles salariales más bajos, debido a la prevalencia de contratos temporales, empleos a tiempo parcial y una menor antigüedad en sus puestos. En 2023, el salario medio bruto reflejó esta brecha generacional: los menores de 25 años percibieron, en promedio, 1.387,4 euros mensuales, frente a los 2.522,2 euros que ganaron quienes tenían entre 45 y 54 años.
Evidentemente también hay diferencias por tipo de contrato. Los asalariados con contrato indefinido obtuvieron un salario medio mensual de 2.363,2 euros, mientras que quienes trabajaban con contrato temporal percibieron 1.832,3 euros. Entre los empleados a jornada completa, un 34,9% superó los 2.548,2 euros mensuales, aunque un 20% se situó por debajo de los 1.534,7 euros. En el caso del empleo a tiempo parcial, la realidad fue más desfavorable: el 88,9% de estos trabajadores ganó menos de 1.534,7 euros al mes.
Los salarios más bajos, aquellos por debajo de 1.534,7 euros mensuales, se concentraron principalmente en actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico, donde el 78,4% de los trabajadores se situaron en este rango, y en el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, con un 61,8%.
En términos de salario medio, las cifras más bajas se registraron en las actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico (1.014,5 euros), la hostelería (1.455,9 euros) y la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (1.561,6 euros). Por el contrario, los salarios medios más elevados se encontraron en el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (4.067,2 euros), las actividades financieras y de seguros (3.542,9 euros) y la Administración Pública, defensa y seguridad social obligatoria (2.948,9 euros).
La estadística del INE también refleja una importante brecha entre los salarios de la región con los sueldos más altos y la comunidad con los más bajos. ¿El motivo? La estructura productiva de cada región. Así, las comunidades autónomas con mayor salario medio fueron País Vasco (2.624,3 euros), Comunidad de Madrid (2.575,5 euros) y Comunidad Foral de Navarra (2.515,7 euros), núcleos empresariales e industriales.
Las regiones que tuvieron una mayor concentración de salarios altos fueron País Vasco (el 43,9% de los asalariados ganó 2.548,2 euros mensuales o más), Comunidad Foral de Navarra (39,5%) y Comunidad de Madrid (37,3%). En el lado opuesto, las que tuvieron un mayor porcentaje de asalariados en sueldos bajos (por debajo de 1.534,7 euros) fueron Extremadura (42,9%), Región de Murcia (37,2%) y Canarias (36,6%).