El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó el viernes que Estados Unidos "entendió" el mensaje que Vladimir Putin envió tras este ataque con el nuevo misil Oreshnik. Según Peskov, Rusia espera que la administración de Washington comprenda la gravedad de la situación, especialmente tras el permiso otorgado a Ucrania para usar armamento occidental en territorio ruso, cruzando una línea que Moscú había catalogado como inaceptable.
En su mensaje a la nación el jueves, Vladimir Putin confirmó el jueves el ataque contra una fábrica de armamento en la región de Dnipró con un misil balístico hipersónico Oréshnik. informó Putin subrayó que, "a día de hoy, no hay medios para contrarrestar esas armas", en alusión a los escudos antimisiles occidentales, y aseguró que Rusia se reserva el derecho a emplear sus armas contra instalaciones militares de los países occidentales. Moscú informó de que avisó con 30 minutos de antelación al Pentágono del lanzamiento de este proyectil de gran alcance.
Rusia ha intensificado el conflicto en Ucrania al lanzar un misil balístico hipersónico de mediano alcance en una aparente respuesta al reciente uso de misiles de fabricación estadounidense y británica por parte de Kiev. Este ataque ocurre en un momento delicado, con avances rusos en el frente este y crecientes tensiones con Occidente.
Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, celebró el viernes que las tropas rusas han frustrado casi por completo la campaña militar que Kiev tenía planeada hasta 2025. Durante una visita a la región de Kursk, una zona fronteriza clave, Beloúsov afirmó que Rusia ha "destruido las mejores unidades" ucranianas y que los avances en el terreno se están acelerando.
Vladimir Putin declaró recientemente que el conflicto en Ucrania ha adquirido un “carácter mundial” y responsabilizó a las potencias occidentales de haberlo escalado al suministrar armas avanzadas a Kiev. En un discurso, advirtió que Moscú está lista para golpear no solo a Ucrania sino también a los países que apoyan su ofensiva, ampliando la posibilidad de un conflicto más amplio. Con esta declaración, el presidente ruso marcó un tono de advertencia hacia Occidente, que parece responder al reciente despliegue de soldados norcoreanos en apoyo de las fuerzas rusas.
En los últimos días, Ucrania ha lanzado dos misiles contra objetivos dentro de territorio ruso, usando el sistema ATACMS estadounidense y el misil Storm británico. Uno de los ataques fue dirigido a la región de Briansk y el otro a la región de Kursk. En respuesta, Putin ordenó el ataque sobre Dnipró utilizando el misil “Oreshnik”, capaz de transportar ojivas nucleares, una decisión que subraya la seriedad de sus amenazas.
La tensión es tal que el Parlamento ucraniano decidió suspender su sesión de preguntas al ejecutivo, aludiendo a un aumento en el riesgo de ataques rusos con misiles. El impacto en el frente es notable: tropas rusas avanzan en varias zonas estratégicas del este de Ucrania, acercándose a posiciones clave como Pokrovsk, un centro logístico del ejército, y Kupiansk, un importante nudo ferroviario.
Para Ucrania, la situación es especialmente complicada. La ayuda militar de Estados Unidos, crucial para su defensa, podría reducirse significativamente si Donald Trump, quien ha expresado posturas más neutrales hacia el conflicto, vuelve a la Casa Blanca en enero. Esta posibilidad pone en duda la continuidad del apoyo militar occidental en un momento en que el país se enfrenta a una Rusia cada vez más agresiva y con nuevos recursos bélicos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha instado a la comunidad internacional a reaccionar ante lo que considera una grave amenaza. Desde Kiev, los ciudadanos expresan su angustia. Ilia Djejela, un joven estudiante de 20 años, declaró sentirse “atemorizado” ante el avance ruso, mientras que Oksana, trabajadora en el sector de marketing, pidió a las potencias europeas que “actúen” y no permanezcan en silencio.
Mientras tanto, el Consejo de la OTAN y Ucrania se reunirán en Bruselas la próxima semana para evaluar la situación y definir posibles respuestas ante el aumento de ataques. En el terreno, los ataques no cesan: en las últimas horas, al menos dos personas murieron y 12 resultaron heridas en Sumi, en el noreste de Ucrania, como resultado de bombardeos rusos. La situación refleja el incremento de las hostilidades en una zona donde tropas ucranianas han recuperado territorio en su contraofensiva de agosto.
La reciente actualización de la doctrina nuclear rusa y el aumento de la presión militar en el frente refuerzan la perspectiva de una escalada que podría desbordar las fronteras de Ucrania. Con Rusia mostrando su disposición a emplear armamento avanzado y misiles de largo alcance, el conflicto adquiere un nuevo matiz, en el cual no solo Ucrania, sino también Occidente, debe evaluar los riesgos de una confrontación sin precedentes.
Con información de AFP