El juez supremo Roberto Burneo juró ayer como nuevo presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en reemplazo de Jorge Luis Salas Arenas, cuyo mandato de 4 años finalizó.
Durante su primer discurso como titular del máximo tribunal electoral, Burneo prometió imparcialidad en las elecciones de 2026 y anunció las medidas que implementará para recobrar la confianza de la ciudadanía en la institución, que se vio mermada por las falsas acusaciones de fraude que inició Keiko Fujimori tras perder por tercera vez consecutiva una segunda vuelta.
A Burneo le corresponde estar al frente de la entidad electoral por 4 años. Sin embargo, su mandato podría interrumpirse si el Congreso ratifica en la siguiente legislatura la reforma constitucional que reduce el mandato a 2 años y que establece que el presidente del JNE sea elegido entre los miembros del pleno electoral.
Burneo no se refirió a este proyecto durante su discurso. Sí lo comentó cuando la prensa se lo consultó.
El juez supremo dijo que “aún no se ha dado la reforma” y que, en todo caso, “respetará lo que diga el Legislativo”. Pero, momentos después, dijo que la actual estructura del JNE, donde la preside el representante del Poder Judicial, “garantiza que el proceso (electoral) sea adecuado”.
“Tiene una lógica donde un magistrado supremo del PJ o jubilado presida el JNE. Tiene su lógica y creo que debería ser”, declaró.
Las contrarreformas que el Congreso buscará aprobar serán los principales obstáculos que deberá enfrentar Burneo en su gestión.
Por ejemplo, desde el Parlamento se pretende ampliar el plazo de afiliación para postular en los comicios, establecer que las Fuerzas Armadas custodien una copia de las actas electorales y ordenar que actas no impugnadas sean lacradas y conservadas por la ONPE por 90 días tras los comicios. Todas iniciativas propuestas y respaldadas por las bancadas que promovieron la falsa narrativa del fraude electoral de 2021.
Durante los comicios, la gestión de Roberto Burneo -si sigue siendo presidente del JNE- deberá enfrentar la desinformación promovida por algunos medios de comunicación e incluso por partidos políticos.
“Paciencia, serenidad y fuerza” fueron los deseos de Salas Arenas a su sucesor Roberto Burneo. En su discurso de despedida, Salas, además, recordó los momentos de la historia peruana en los que se violó la autonomía del JNE, como luego del autogolpe del exdictador Alberto Fujimori y recientemente el presunto intento de Vladimiro Montesinos de torcer las elecciones 2021.
También advirtió que el proyecto del Congreso, que reduce el mandato del presidente del JNE a dos años, pone en riesgo la democracia.
"No está de más advertir algo que ustedes conocen bien: la democracia corre un grave peligro cuando los poderes políticos buscan interferir en las decisiones de los organismos electorales o presionan directa o indirectamente a las autoridades electorales para influir en sus resoluciones. Está en riesgo cuando el virus de la desinformación se propaga con el propósito de sembrar desconfianza hacia quienes velan por la integridad de los procesos electorales. También está en riesgo la democracia cuando se pretende recortar el mandato de las autoridades simplemente porque sus decisiones no son del agrado de ciertos sectores. La democracia está en riesgo, y no sobrevivirá si permitimos que estas amenazas prosperen. Es imperativo actuar con firmeza para defenderla y preservarla", alertó el magistrado.
Sobre la extrema polarización política alimentada por el fraudismo, fue firme en decir que “los jueces no decidimos en función de las apetencias, sino en función de las leyes”. v
Tras estar 4 años alejado, Jorge Luis Salas Arenas retorna a la Corte Suprema para retomar su función de juez supremo. El presidente del PJ, Javier Arévalo, lo designó como presidente de la Quinta Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria.