En una temporada de vaivenes , el Real Madrid encontró un oasis de paz ante el Berlín, colista de la Euroliga. Los teutones dieron mucha guerra en la primera parte, actuación que obligó a los blancos a sacar lo mejor se sí mismos en la segunda. La dirección de Campazzo , la energía de Rathan-Mayes y las punzadas de Abalde desde la línea de tres acabaron convirtiendo un partido trampa en un escenario para la diversión, para que los pupilos de Chus Mateo puedan creerse que tienen mucha más materia gris de lo que demuestra su puesto en la clasificación. Aprovechó su titularidad el joven Hugo González para dotar de mucha energía al juego del Madrid, tanto que, en un...
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