A punto de llergar a la edad clave, cuando se acaba la etapa sub23, David Lozano fue diagnosticado de diabetes justo antes de una gran competición internacional de Mountain Bike. Le dijeron que su vida como ciclista profesional había acabado, pero no se dio por vencido. Ahora afronta su decimocuarto año como corredor tras haber renovado en el Team Novo Nordisk, un equipo compuesto por corredores con diabetes tipo uno. Concentrado en Altea (Alicante), atiende a La Razón para visibilizar su historia, hablar de retos futuros e inspirar a aquellos diagnosticados que tengan dudas.
Cumplirá 36 años en diciembre y va a cumplir su decimocuarta temporada como profesional. ¿Imaginaba llegar hasta aquí?
La verdad es que el ciclismo, y en general todos los deportes, los tienes que hacer por pasión, nunca se hacen por dinero ni por nada más. Nunca imaginas que tengas una carrera de dos, cinco o diez años. Va en función al valor que te den y a lo que aportes a donde estés currando. En mi caso he encontrado un sitio en el que me siento querido, debo paortar lo que ellos necesitan y poco a poco hemos creado esta realación que es como estar en casa. Yo vengo de toda la vida haciendo ciclismo y si no estuviese corriendo en profesionales sería un enfermo de la bici, el típico que se va al Camino de Santiago porque esto me 'chifla'.
Sin embargo, ha desarrollado una trayectoria deportiva extensa y ya es de los ciclistas españoles más longevos del pelotón.
Quedamos ya muy pocos con tantos años, pero al final el ciclismo es rotación. Hay mucha gente con mucho talento, con contratos tremendos y equipos enormes, que te dejan la bici porque están quemados. Es un deporte que, si no los disfrutas, mejor que te dediques a otra cosa. Por dinero, créeme, no compensa.
Usted es lo que se conoce como un 'one club man' ha logrado desarrollar una trayectoria siempre en el mismo equipo, el Team Novo Nordisk, un equipo además muy particular. ¿Cómo ha sido ese camino hasta convertirse en el veterano de la plantilla?
Cuando empecé con el equipo, pues es como todo. Estás con un pie dentro el otro casi no sabes si meterlo por ver qué te vas a encontrar. Realmente, del equipo del primer año quedamos Andrea Peron y yo, pero el 'corazón' del equipo: Southerland, Davidenko, Podenzana... el staff es el mismo. Cuando tuve los mejores años, en 2017 y 2018 llegué a tener ofertas de otros equipos, pero nunca he dudao en quedarme aquí. No es solo el equipo humano que tenemos, es también la posibilidad de ayudar a gente que convive con la diabetes.
El Novo Nordisk es un equipo especial. Todos sus ciclistas están diagnosticados de diabetes tipo uno. Usted lo fue con 22 años. ¿Cómo fue es proceso?
Cuando me diagnosticaron estaba en un momento muy chulo, pasaba a último de sub23. Había ganado el cto España de MTB, estaba seleccionado para la Copa del Mundo, para mí era muy joven, consideraba que tenía toda mi carrera por delante y eso me truncó mis planes. El querer ser olípico en MTB que siempre fue un sueño, había logrado ser cuarto en Team Relay, había ganado Copa del Mundo junior, pero quería ganar algo sub23, porque al final lo que cuenta es cuando eres mayor. Todo se vio muy afectado. El día antes de correr en aquella Copa del Mundo, me empecé a sentir muy mal y acabé en el hospital. Ahí me diagnosticaron. Estando super perdido en la cama del hospital, lo primero que le preguntaba a la enfermera era cuándo podría salir en bici. Me preguntaban si tenía estudios, me dijeron que me pusiera a estudiar porque la bicicleta “se ha acabado”. Como tenía cierta proyección, la noticia tuvo algo de eco y se puso en contacto conmigo Javier Megías -exciclista, también diagnosticado-, me dijo que no me desanimara, que había un equipo mixto, el Team Type 1, que entonces tenía algunos ciclistas con diabetes. Pensé que si ellos podían, yo también. Fue el primer set ball solucionado. Pensé “se me ha jodido la carrera, pero hay gente que corre así, por lo que voy a ser uno de ellos". Estuve casi todo el 2012 corriendo en América y luego me firmaron para final de año, y hasta ahora.
Una vez con equipo, ya era cuestión de darle la vuelta a la imagen de la diabetes en el ciclismo profesional y en la sociedad. ¿Ha costado mucho romper esos prejuicios?
Esto es una cosa de carácter. Piensa que todos los corredores que tenemos en el equipo, del primero al último, son unos luchadores. Para mí, cada uno tiene su propia historia y su nivel de superación, pero en algún momento todos los corrdores de este equipo hemos sido privados de hacer lo que queríamos hacer. De por sí, yo considero que ya empiezas a luchar desde el incio. ¿Qué pasa? Que el hueco nos lo hacemos nosotros. Nadie nos obliga a competir con diabetes, pero sin embargo lo hacemos. Podríamos haber elegidio el cicloturismo, pero no, le pegamos fuerte y tenemos esta plataforma. Peor si no tienes los números, la actitud... te quedas en el camino. No por tener diabetes nos van a dejar pasar en una carrera, nos meterán codos igual, y más ahora con los puntos.
Además, el objetivo es el mismo que para cualquier deportista: ganar, o llegar lo más lejos posible.
Quizá no tenemos las exigencias de un equipo WorldTour que tienen un presupuesto enorme, vale, pero al final tenemos objetivos y dentro de una misma competición puedes hacer muhas cosas. Se ve al que gana la carrera, pero ¿y el que está en fuga? ¿Y el que gana la Montaña? Parece una tontería, pero con eso te estás metiendo en carrera, y a lo mejor sales al día siguiente con un maillot de puntos. Igual no puedes ganarle a Evenepoel, pero te puedes centrar en metas realistas que den visibilidad. Se trata de buscar la mejor versión de ti.
¿Cómo ha cambiado la imagen del equipo, y de sus corredores, en el día a día del pelotón y en la proyección hacia fuera?
Bueno, al principio éramos diabéticos corriendo en bicicleta y ahora somos ciclistas con diabetes. A nivel nutricional, de entreno, a nivel de tecnología... todo ha evolucionado tanto que si no comes lo mismo que los demás y no te entrenas lo mismo que los demás, no acabas una carrera. Se va muy, pero que muy rápido. Muchas veces dices “qué mal he ido hoy” y luego miras y has hecho la etapa en 20 minutos menos que hace cinco años. Eso es muchísimo tiempo. Se está profesionalizando mucho todo, ya los chavales con 14 años empiezan con potenciómetro, nutricionista, entrenadores... tienen muchos más medios de los que disponíamos nosotros. Antes te daban una calma, pero ahora ya no es así, los corredores que dominan vienen de junior, saltan al profesionalismo y vuelan. Creo que eso es lo que más ha cambiado, todo ha dado un salto enorme. Ha dado la vuelta. Y al final, todos evolucionamos, vamos más rápido y nos cuidamos más. La edad no deja de ser un factor, no me siento tan mayor tampoco. No me siento peor que hace dos años, por ejemplo, pero sí ves que las nuevas generaciones suben y saben más de lo que tú sabías a esa edad.
Desde esta posición, otro de los objetivos del Team Novo Nordisk es demostrar a las personas con diabetes que se puede.
El objetivo del equipo es que, lo mismo que me pasó a mí, lo pueda vivir cualquiera. Cada día hay muchos diagnósticos, muchas madres que ven a su hijo diagnosticado con tres o cuatro años y no saben qué será de su niño. No te digo que seas ciclista, esto te tiene que gustar y es muy duro, pero si estamos nosotros corriendo con esta gente, a estas temperaturas y con este entrenamiento, tranquila que tu hijo tendrá una vida normal. Es motivar sin darte cuenta, de un modo natural. A mí nadie me tuvo que decir “David, tú puedes”. Yo vi que lo hacían y dije “por mis cojones”.
¿Qué diferencia hay en el entrenamiento de un ciclista con diabetes frente al resto?
En nuestro caso, tenemos los vatios, el tiempo, la temperatura, el pulsómetro... y la glucosa. Pero esto ha evolucionado tanto que le hemos dado la vuelta a la tortilla. Antiguamente nos teníamos que medir en el dedo con tiras reactivas, ahora ya todos tenemos un medidor continuo que nos dice el nivel en tiempo real y, además, lleva como unas flechas que te da la tendencia. Te puedes anticipar con mucha facilidad a hiperglucemias o hipoglucemias. A nivel nutrición, comemos como cualquiera, no tenemos uqe inventar nada. Lo que hago es adaptar mi día a día para que pueda ingerir la cantidad de carbohidratos que me toca. Se trata más bien de atniciparse. Si tengo que comer y me viene una subida de 20 minutos, más vale ir comiendo ya porque, ahora, con lo rápido que se va, subiendo no se puede comer. Recuerdo cuando salía con una barrita a hacer cuatro horas como sub23, y ahora vas con todo muy medido. Estamos en un punto en el que hasta corredores sin diabetes están usando sensores sde glucosa continua. Muchas veces hasta nos han preguntado a nosotros qué tal funcionan estos sensores.
¿De verdad han pasado de ser “los diabéticos en bici” a estar en la vanguardia y ser, incluso, pioneros en algunas cosas?
Pues más o menos. Al final, a estos sensores se les pueden dar muchas aplicaciones. Si estás recuperando, si estás comiendo lo que te toca, si te sienta bien... en nuestro caso es algo de salud y porque es una gran herramienta, pero ellos a nivel rendimiento les va de lujo. Hace como año y medio se hizo tendencia lo de ir a hacer altitud y monitorizar la glucosa para ver qué tal era la adaptación, cómo sentaba el entrenamiento y si el cuerpo les recuperaba bien. Y ahora hasta damos consejos sobre cómo funcionan los medidores. El cambio es brutal.
Este año se ha aventurado a hacer carreras en un segmento como el gravel, muy en alza. Viniendo de la MTB será casi un regreso a casa. ¿Hay más planes para profundizar en 2025?
Al final, todos los equipos están mirando que el mercado tira mucho para el gravel, a nivel tecnológico se está evolucionando una locura. Todas las maras invinerten mucho dinero, nosotros usamos las bicis de Argon de carretera, pero están invirtiendo mucho en crear bicis de Gravel. Qué mejor que correr en esta superficie haciendo toda la vida MTB y Ciclocross, empezamos muy bien con la Santa Vall, fui tercero detrás de dos corredores profesionales. Me fui enganchando y el equipo propuso ir a hacer la Unbound de Kansas, que son más de 300 kilómetros. Me había preparado como un animal, me entrené mogollón, y en el kilómetro 90 me tiraron, me di un golpetazo tremendo y me partí la escápula por varios sitios. La radiografía era como si me la hubiesen machacado de un martillazo. Estuve dos meses inmovilizado, hice rodillo en cabestrillo y poco a poco fui saliendo otra vez, pero al poco estaba corriendo otra vez gravel. Para este 2025 haremos alguna carrera, no sabemos aún cuáles porque esto lo deciden los sponsors, pero la idea sería hacer unas 12 pruebas internacionales de gravel y clasificar para los Mundiales. Este año clasifiqué pero no pude ir porque tenía carreras de carretera. En 2025 me haría ilusión estar.
Además, puede ser una forma de encontrar un nuevo aliciente y que los entrenamientos no sean tan monótonos como si solo saliera por carretera.
Pues fíjese que no, no es mi caso. Le prometo que cada año me lo paso mejor entrenando. Al principio me costaba, siempre intentaba ir unas horas con grupeta, hacía por quedar con gente... pero poco a poco la madurez, el tener una familia, te da ese saber hacer de estar seis o siete horas solo y no necesitar de nadie. Lo tomas como un trabajo y no deja de ser una pasión. Que al final es de lo que va esto: de pasión por lo que haces.
Este 2024, empezó la temporada en Comunitat Valenciana. ¿Qué avance de calendario hay para el próximo año?
Sería chulo empezar en Valencia, también por ver que se recupera la normalidad. Yo desde casa he intentado ayudar con lo que hemos podido con mi mujer y demás, sería bonito que la propia carrera dé valor y ayuda en lo económico a la Comunitat Valenciana. Al final son hoteles, los equipos compran comida en las tiendas, los masajistas salen un rato y gastan... luego el organizador decide, pero en mi cabeza una situación ideal sería empezar allí, además que siempre gusta correr en España.