Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró este jueves que el conflicto en Ucrania tomó características de una guerra “mundial”. En un discurso televisado, advirtió que Rusia considera legítimo atacar instalaciones militares de los países occidentales que permiten el uso de sus armas contra territorio ruso.
Estas declaraciones fueron seguidas de un ataque ruso con un misil balístico hipersónico llamado Oreshnik en su “configuración desnuclearizada”. Este misil, lanzado contra instalaciones militares en Dnipro, es considerado una evolución preocupante en el conflicto por expertos internacionales. Según Putin, el objetivo fue un complejo industrial que fabrica componentes para misiles en la ciudad ucraniana.
Ucrania acusa a Rusia de disparar misil intercontinental contra su territorio
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó este disparo como un acto de un “vecino enloquecido” que utiliza Ucrania como terreno de prueba militar. Por su parte, la ONU y varios países europeos han expresado alarma, señalando que se trata de una escalada extremadamente grave.
La decisión de Rusia llega después de que Ucrania atacara territorio ruso con misiles ATACMS de fabricación estadounidense y Storm Shadow británicos, autorizados recientemente por sus respectivos gobiernos. Putin condenó estos ataques como cruzar una “línea roja” y subrayó que Rusia está lista para enfrentar cualquier escenario frente a Ucrania y Occidente.
En su discurso, Putin también se refirió al despliegue de soldados norcoreanos en apoyo a las tropas rusas, un movimiento que justificó la autorización de ataques ucranianos por parte de Estados Unidos.
En paralelo, Moscú actualizó su doctrina nuclear, permitiendo el uso de armas nucleares contra países no nucleares apoyados por potencias con arsenal atómico. Esta medida ha sido interpretada como una amenaza directa a Ucrania y sus aliados occidentales.
Funcionarios de la Unión Europea y Reino Unido han calificado estas acciones como una escalada, mientras que Francia advirtió que el uso de un misil balístico contra Ucrania podría tener consecuencias “extremadamente graves”.
En el este de Ucrania, Rusia continúa avanzando en el terreno, con la reciente captura de una localidad cercana a Kurajove. Mientras tanto, los ataques en Krivói Rog dejaron 26 heridos, lo que evidencia la intensificación de los bombardeos rusos en los últimos días.
La creciente presión militar rusa preocupa a Kiev, que teme que estos movimientos puedan debilitar su posición en eventuales negociaciones de paz. A pocos meses del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, la comunidad internacional se prepara para un cambio en el enfoque hacia el conflicto, lo que podría marcar un punto de inflexión en las dinámicas del enfrentamiento.