Con el paso de los años, el cuerpo comienza a mostrar signos de envejecimiento, que se reflejan especialmente en la piel, la cual va perdiendo elasticidad y brillo.
Una alimentación saludable y nutritiva es clave para ver mejoras en el aspecto exterior de la piel. Entre los alimentos más recomendables, hay uno que destaca por estimular la producción de colágeno y reducir la aparición de arrugas.
Además de ser una grana aliada en la cocina, la cebolla tiene una amplia variedad de beneficios para la salud. Su alto contenido en antioxidantes y vitamina C la convierten en una de las mejores opciones para retrasar el envejecimiento.
Según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, además de sus aportes a la salud de la piel, el consumo regular de cebolla reduce el riesgo de cáncer, cataratas, daño al ADN, enfermedades vasculares y cardíacas.
La cebolla también es una gran fuente de vitamina C, la cual aumenta la velocidad de renovación celular, lo que puede ayudar a disminuir los brotes, el enrojecimiento y aclarar la piel.
Además, las cebollas son ricas en fitoquímicos, compuestos químicos producidos por las plantas que contienen numerosos beneficios para la salud gracias a sus propiedades farmacológicas, medicinales y bioquímicas.
La investigación concluyó que las capas más externas de la cebolla son las que más antioxidantes tiene. Desafortunadamente, la mayoría de las personas descartan estas partes de la verdura, perdiendo así una parte valiosa del material rico en antioxidantes.
La cebolla contiene las siguientes propiedades beneficiosas para la piel:
La cebolla es un alimento muy versátil que puede incorporarse con gran facilidad en diversas preparaciones. Algunas formas de incluirla a la dieta sin perder sus beneficios son: