Durante el invierno, nadie quiere estar en una casa fría, y si los radiadores no funcionan como deberían, puede ser un verdadero inconveniente. Sin embargo, un fontanero con años de experiencia, he explica que muchos problemas con los radiadores tienen soluciones simples que no requieren de costosos arreglos ni de herramientas especializadas.
Estos son los trucos infalibles para asegurarte de que tus radiadores se calienten más rápido y de forma eficiente.
El primer paso para que tus radiadores funcionen de manera óptima es asegurarte de que no haya objetos sobre o debajo de ellos. Los radiadores funcionan con el principio de la convección natural, donde el aire frío entra por la parte inferior y el aire caliente sube por la parte superior. Si colocas cosas sobre el radiador, bloqueas este proceso y el calor no se distribuye correctamente.
Es fundamental mantener el área alrededor de los radiadores despejada. Además, es recomendable desempolvarlos regularmente, ya que el polvo acumulado puede impedir que el aire fluya libremente, lo que reduce su efectividad.
Un problema común en muchos radiadores es que se quedan fríos en la parte superior, mientras que la parte inferior sigue caliente. Esto se debe al aire atrapado en el interior. El aire ocupa el espacio que debería ocupar el agua caliente, lo que impide que el radiador funcione correctamente.
Purgar los radiadores es una de las maneras más sencillas de mejorar su rendimiento. Al liberar el aire atrapado, el radiador puede llenarse completamente de agua caliente y calentar la habitación de manera más eficiente.
Otro problema frecuente es la acumulación de lodo dentro del radiador. El lodo, una mezcla de óxido, suciedad y cal, se forma con el tiempo y circula a través del sistema de calefacción. No solo disminuye la capacidad del radiador para calentar la habitación, sino que también puede dañar el sistema de la caldera.
Si observas que el radiador está caliente en la parte superior pero frío en la parte inferior, es muy probable que el lodo esté bloqueando la circulación del agua caliente. En este caso, es fundamental eliminar el lodo lo antes posible para evitar daños mayores y mejorar la eficiencia del sistema.