A mediados de este año, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció una normativa que prometía cambiar las condiciones laborales para millones de trabajadores asalariados. La medida establecía que los empleados que ganaran menos de US$43,888 anuales pudieran recibir el pago de horas extra al superar las 40 horas semanales. Además, se planteaba un incremento del umbral a US$58,656 a partir del próximo año. Sin embargo, estas expectativas quedaron truncadas debido a la decisión del juez Sean D. Jordan, con sede en Texas, quien bloqueó la normativa impulsada por el Departamento de Trabajo.
Este fallo revierte los avances recientes y establece nuevamente el umbral salarial en US$35,568, nivel fijado en 2019 durante la administración de Donald Trump.
El aumento del umbral para el pago de horas extra habría impactado positivamente en cerca de cuatro millones de empleados asalariados en Estados Unidos, especialmente en puestos ejecutivos, administrativos y profesionales. Según esta normativa, los empleadores estarían obligados a compensar las horas adicionales trabajadas, siempre que los salarios anuales de los empleados estuvieran por debajo del límite establecido.
El objetivo era brindar mayor protección a trabajadores de ingresos medios y bajos, quienes con frecuencia enfrentan largas jornadas laborales sin la debida compensación. De acuerdo con el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, esta medida representaba un paso significativo hacia la equidad laboral.
El juez federal Sean D. Jordan, con sede en Texas, bloqueó la normativa tras afirmar que la autoridad del Departamento de Trabajo no permite priorizar los ingresos salariales sobre las responsabilidades laborales al definir la elegibilidad para el pago de horas extra. En su fallo, Jordan indicó que esta interpretación excedía los límites establecidos por la ley.
Como resultado, los trabajadores que ganan entre US$35,568 y US$43.888, quienes ya se beneficiaban de los nuevos umbrales, perderán el acceso al pago de horas extra. Esta medida afecta principalmente a empleados asalariados de sectores como el comercio, la educación y los servicios profesionales.
Aunque el Departamento de Trabajo no ha anunciado si apelará la decisión, la reversión del umbral ha generado incertidumbre para millones de trabajadores. Por el momento, las reglas vuelven a las condiciones establecidas hace cuatro años, dejando sin efecto los cambios propuestos por la administración de Joe Biden.
La decisión también evidencia la polarización en torno a las normativas laborales en Estados Unidos. Mientras algunos sectores sostienen que el aumento del umbral podría imponer cargas adicionales a los empleadores, otros consideran que es una herramienta esencial para combatir la explotación laboral y promover la justicia salarial.