El estado de Texas ha dado un paso significativo para reforzar las políticas migratorias estrictas propuestas por el presidente electo Donald Trump. La Oficina General de Tierras del estado ofreció un terreno de 1,400 acres (5.7 km²) en el condado de Starr, cerca de la frontera con México, con el propósito de construir instalaciones destinadas al procesamiento y detención de inmigrantes indocumentados.
El gobernador Greg Abbott y la comisionada de tierras, Dawn Buckingham, han señalado que esta iniciativa busca priorizar la seguridad pública y reforzar la seguridad fronteriza. La propuesta incluye un enfoque en la detención de inmigrantes considerados peligrosos, alineándose con el compromiso del presidente electo de iniciar deportaciones masivas apenas comience su mandato.
De acuerdo con el medio Fox Digital, este terreno, estratégicamente ubicado en una zona afectada por el tráfico de personas y drogas, representa una muestra clara del respaldo estatal a las promesas de Trump.
"La oficina está plenamente preparada para llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas o Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para permitir que se construya una instalación para el procesamiento, la detención y la coordinación de la mayor deportación de criminales violentos en la historia de la nación", se lee en el documento emitido por Buckingham al que tuvo acceso al citado medio estadounidense.
Según declaraciones de Dawn Buckingham, la medida está orientada a "proteger comunidades" y abordar la presencia de personas con antecedentes delictivos que cruzan la frontera de manera ilegal. Este espacio también había sido considerado previamente para la construcción de un muro fronterizo adicional, resaltando su importancia estratégica.
Además, la próxima administración ha confirmado que Tom Homan, exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo Trump, desempeñará un papel clave como "zar de la frontera". Su experiencia será esencial para coordinar y supervisar las acciones relacionadas con la detención y deportación de inmigrantes.
El condado de Starr, ubicado en el Valle del Río Grande, es una de las áreas más impactadas por el cruce de inmigrantes indocumentados. Este terreno no solo simboliza el compromiso de las autoridades texanas con la agenda migratoria, sino que también podría convertirse en un punto clave para implementar nuevas estrategias de seguridad fronteriza.
El gobernador Abbott ha enfatizado que el enfoque inicial estará en inmigrantes con antecedentes criminales, una prioridad que busca reducir el impacto de la inmigración ilegal en la seguridad pública. Sin embargo, la medida también ha generado críticas, ya que los defensores de derechos humanos advierten sobre las implicaciones humanitarias de expandir centros de detención en esta región.