La catástrofe que golpeó recientemente a varias regiones de España ha dejado una profunda huella, no solo en las infraestructuras y los hogares, sino también en miles de empresas, muchas de ellas esenciales para la economía local y nacional. En la Comunidad Valenciana las pérdidas materiales y humanas son incalculables, afectando a sectores clave como el comercio, la moda y la joyería, entre otros.