La provincia de Granada está llena de senderos admirables y decidir cuál es el más bonito no es fácil, entre otras cosas porque eso va según gustos, pero casi todos los que lo han visitado coinciden en afirmar que uno de los que más placer visual proporciona es el que llaman Sendero del tranvía de la Sierra . También llamada Vía Verde de Granada, es un camino que discurre, como ya su nombre sugiere, por donde antaño lo hizo el tren que subía a Sierra Nevada. Dentro del término municipal de Güéjar Sierra , va desde la cola del embalse de Canales hasta el Barranco de San Juan, en total once kilómetros donde pasear es un placer. Lo es por varios motivos. De entrada, es una ruta fácil porque discurre siempre junto al río Genil y el desnivel es apenas perceptible. O sea, que es un paseo prácticamente en llano, y eso lo hace accesible para todo el mundo. De hecho, es fácil ver allí los fines de semana a familias con niños. También pueden disfrutarlo los más mayores, con tal de que estén un poco en forma. Para ellos es una invitación a la nostalgia, sobre todo si llegaron a conocer el tranvía de la sierra, que dejó de funcionar en 1974, cuando se hizo el pantano . No son pocos los que disfrutarían viéndolo otra vez en marcha, pero llevar a cabo esa obra se antoja complicado. Lo más adecuado, en ese paraje, es recrearse con las hermosas vistas que se ofrecen a cada paso y escuchar el rumor del río, que llega a ponerse (un poco) bravo en otoño y también con el deshielo , en torno a mayo. Son las fechas más recomendables para ir, aunque en realidad es un sendero transitable todo el año. Incluso en verano, porque abundan las zonas de sombra. Y hasta hay pozas para bañarse. El camino se puede hacer en dos horas y media, y un aliciente añadido es que, tanto durante la ruta como finalizada la misma, se pueden reponer fuerzas en bares y restaurantes que salen al paso o quedan cerca. Posiblemente el más interesante es el Maitena , ubicado justo donde el río del mismo nombre cede sus aguas al Genil para que, con más fuerza, continúe su camino hacia Granada. Por lo demás, como avanza el titular de este artículo, hay puentes colgantes, y cruzarlos gusta a muchos. Ahí, como en el sendero de Los Cahorros , en Monachil, que también merece la pena, llegan a formarse colas en los momentos más concurridos –que coinciden con las horas punta de los fines de semana- porque la atracción es irresistible. No hay que tener miedo porque la seguridad está garantizada. Si lo que se tiene es vértigo, que aquí igual no es el caso porque los puentes no están a gran altura, el mejor consejo es mirar siempre al frente. Para los más acostumbrados a andar, una buena idea es enlazar el Sendero del tranvía con la llamada Vereda de la Estrella, otra ruta muy frecuentada y que se adentra en la sierra granadina. Esa tiene algo más de 16 kilómetros y hacerla entera requiere cinco horas.