«No es sencillo transmitir nuestro propósito. En ISS somos 35.000 empleados en España, pero no trabajamos en nuestra casa, sino en la de nuestros más de diez mil clientes. Nuestra compañía está formada por la compra de más de 70 empresas, y la mayoría de ellas no se centraban en las personas. Y de todos nuestros empleados, ¿cuántos pensáis que nacieron con la vocación de ser limpiador?», planteó al referirse a las dificultades que afronta una compañía de limpieza y servicios como la que dirige para transmitir su propósito entre sus empleados. Esa fue al primera reflexión del presidente y CEO de ISS España en el I Foro Líderes con Propósito, una encuentro único entre pensadores, representantes institucionales y los líderes de compañías punteras españolas para analizar cómo el propósito, el liderazgo y la cultura corporativa contribuyen al bienestar social. En su ponencia, Urbiola insistió en que ISS España, la compañía que preside y dirige, trabaja para que sus clientes «cumplan con su propósito. Intentamos convencer a nuestros trabajadores de que no están limpiando un hospital, sino que ayudan a curar a los enfermos». Para el máximo responsable de ISS en nuestro país, es «necesario poner a la persona en el centro, dignificar su trabajo y empezar por lo básico: ser un empleador decente». ¿Y qué requisitos debe cumplir, entonces, la compañía? Urbiola fue enumerando los que, a su juicio, son principios fundamentales: pagar la nómina en tiempo y forma; dotar de uniformes y materiales que dignifiquen al empleado; mantener con él una comunicación bidireccional y atenderle; tener también una comunicación constante con los mandos intermedios para que dignifiquen el trabajo de los empleados; y la salud y la higiene de su plantilla, «que está antes que el beneficio». «Hacer bien el negocio nos permite hacer el bien con el negocio», aseguró, tras hablar de la «acción social con sentido de negocio» que realiza la compañía en tres ámbitos: 'placemakers' (personas con discapacidad o en riesgo de exclusión, víctimas de violencia de género, refugiados); familias (con becas y plataforma de formación) y comunidad, a través de la Fundación ISS Una Sonrisa Más. «Yo venía del mundo del capital riesgo y en ISS encontré la manera de alinear mi propósito vital con el suyo. Cuando estudiaba, quería ser CEO de una empresa de otro sector, pero a mis 56 años tengo que dar las gracias por ser CEO de una empresa de limpieza».