Brasil "nunca" rehuirá el debate sobre el abandono progresivo de los combustibles fósiles como organizador de la COP30 el próximo año, a pesar de ser un importante productor de petróleo, dijo el miércoles a la AFP la enviada climática del país sudamericano.
Ana Toni explicó que Brasil quiere impulsar un "debate" global sobre cómo llevar a cabo el prometido abandono de los combustibles fósiles, incluso con posibles tasas al carbón, el petróleo y el gas.
"Esta debería ser una transición justa para frenar los combustibles fósiles", dijo la secretaria de cambio climático brasileña en una entrevista al margen de la cumbre COP29 en Azerbaiyán.
"Nunca rehuiremos de estas discusiones tan importantes porque son en nuestro propio interés", aseguró.
La cumbre sobre cambio climático COP30 del próximo año en la ciudad brasileña de Belém será la tercera consecutiva en organizarse en un país con planes de ampliar la producción doméstica de combustibles fósiles.
Brasil, el mayor productor de crudo de América Latina, toma el relevo de Azerbaiyán, rico en petróleo y gas natural, y de Emiratos Árabes Unidos.
Algunos líderes de la lucha contra el cambio climático reclamaron la semana pasada dejar de celebrar estas cumbres de la ONU en países que no respalden el abandono progresivo de su propia producción de combustibles fósiles, los principales motores del calentamiento global.
Toni, que en el pasado fue asesora de Greenpeace y ActionAid, asegura que Brasil siempre ha sido un defensor en la causa climática y seguirá "liderando con el ejemplo".
"Fuimos los primeros en decir, déjenos frenar la deforestación. Lo mismo haremos con los combustibles fósiles", asegura Toni, que encabeza la delegación brasileña en la COP29 de Bakú.
"Pero ese acuerdo necesita hacerse conjuntamente con otros países y Brasil desempeñará un papel muy, muy importante en presionar para conseguir que los otros países lo hagan".
Casi 200 países acordaron el año pasado en la COP28 de Dubái el abandono progresivo de los combustibles fósiles.
Pero el consumo de carbón, petróleo y gas alcanzó máximos en 2024 y los esfuerzos para avanzar en esta transición se han topado con oposición política en la cumbre de este año en Bakú.
Toni asegura que Brasil comparte "contradicciones" similares a las de Estados Unidos y Noruega, productores ambos de combustibles fósiles que también defienden recortar las emisiones globales.
Pero, incluso así, el gigante sudamericano presiona a otras naciones para estudiar cómo atajar el uso de combustibles fósiles mediante impuestos o acabando con los subsidios.
Antes de la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, todas las naciones deberían de presentar planes actualizados para recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El mes pasado, la ONU alertó que los compromisos actuales se quedan "a mucha distancia" de lo necesario para evitar las graves consecuencias del cambio climático.
En la previa de la cumbre en Azerbaiyán, el gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que iba a reducir sus emociones de forma más drástica de lo anticipado.
Activistas medioambientales aseguran que Brasil todavía no ha ido suficientemente lejos, pero Toni defiende que es el plan más ambicioso de todos los países en desarrollo.
"No tenemos que probar nada a nadie", aseveró.
Pero antes de la cumbre en Brasil, Toni debe ayudar a romper el bloqueo en la COP29, donde ha sido designada junto al secretario de energía británico, Ed Miliband, para forjar un acuerdo de financiación para el viernes cuando, en teoría, termina la cumbre.
La enviada brasileña alerta que no alcanzar un acuerdo sobre la financiación de la transición energética y la adaptación climática de los países en desarrollo puede mermar la acción climática global.
"Esto es exactamente lo que no queremos que pase. Así que el éxito de la COP30 depende del éxito de una buena COP29", afirmó.
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