En un acto de escalada en la guerra en Ucrania, Rusia lanzó esta mañana, por primera vez según Kiev, un misil balístico intercontinental desde la región de Astrakhan. Este ataque marca un hito en el conflicto de 33 meses, ya que el misil de largo alcance es uno de los más poderosos utilizados hasta el momento por Rusia en esta guerra.
Según la Fuerza Aérea de Ucrania, el objetivo del ataque ruso fueron empresas e infraestructuras críticas en la ciudad de Dnipro, en el centro del país. No se especificó qué tipo de misil balístico fue utilizado ni si el impacto causó daños significativos, informó France 24.
The Telegraph asevera que específicamente el uso del misil RS-26 Rubezh, un misil balístico intercontinental lanzado por Rusia desde Astrakhan, nunca antes había sido utilizado en combate.
Este misil tiene la capacidad de portar tanto ojivas convencionales como nucleares y vuela a una velocidad cinco veces superior a la del sonido, lo que dificulta su interceptación por los sistemas de misiles Patriot de Ucrania.
No obstante, las autoridades ucranianas confirmaron la destrucción de un centro de rehabilitación y una empresa industrial, además de dos incendios derivados del ataque. El Ejército ucraniano también reportó haber derribado seis misiles de crucero Kh-101 lanzados por Rusia en el mismo ataque.
Este lanzamiento se produce en un contexto de creciente tensión en la región, que incluye el uso de misiles británicos Storm Shadow por parte de Ucrania en la región rusa de Kursk, así como el empleo de misiles estadounidenses ATACMS en territorio ruso, presuntamente autorizados por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
En paralelo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, expresó su preocupación por el aumento del riesgo nuclear global tras la inauguración de una nueva base de defensa aérea estadounidense en Polonia, cerca de la costa báltica. Zakharova señaló que esta base, parte de un escudo antimisiles de la OTAN, ha sido durante mucho tiempo un objetivo prioritario para Rusia, elevando el nivel de peligro nuclear en la región.
El ataque en Dnipro y el lanzamiento del misil balístico intercontinental subrayan el aumento de la intensidad de los combates y la volatilidad de la situación en Ucrania, mientras ambas partes continúan enfrentándose en una guerra sin visos de resolución a corto plazo.
(Noticia en desarrollo)
