El cierre de varias embajadas occidentales en Kiev por temor a un ataque masivo ruso no le impidió ayer a Lena acudir a su trabajo, una de esas típicas tiendas de ultramarinos llamadas 'produkti'. Mil días de guerra a gran escala han curtido el temple de los ucranianos . La amenaza de un gran ataque no sobresaltó en exceso a la población, pero sí generó algo de confusión, admiten algunos kievitas. La mañana trascurrió con la normalidad impuesta de los tiempos de guerra. En la capital administrativa de Donetsk, las alarmas comenzaron a sonar al mediodía. Poco después de las dos y media de la tarde, varias explosiones sacudieron la urbe, pero no frenaron la actividad cotidiana. Los negocios se...
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