En una época de profundos cambios, el Barça tenía previsto terminar el 2024 dando una alegría a sus aficionados. El regreso al Spotify Camp Nou habría sido un bonito broche a un año complicado pero que está terminando bien en lo deportivo, con el equipo en muy buena forma.
Sin embargo, no será posible. El club ha hecho oficial esta mañana el retraso en el cambio definitivo de ubicación. Y hay varios motivos para haber tomado esa decisión. El primero de ellos tiene que ver con la normativa de estadios de la UEFA. Según este código, el organismo europeo no permite que una misma fase de una competición europea se juegue en dos estadios distintos por parte del mismo equipo.
Por tanto, toca esperar hasta el final de la fase Liga de la Champions -quedan cuatro jornadas y la última será a finales de enero- para poder tener luz verde de la UEFA. A este problema se suman los altos costes derivados de mantener operativas las dos instalaciones al mismo tiempo. Y, aunque la economía de la entidad ha mejorado en los últimos meses, no están las arcas para tantas alegrías.
Es por esta razón por la que el club ha decidido, finalmente, regresar en febrero si no hay más contratiempos. En un comunicado, el Barça ha afirmado que las jornadas 21 y 22 de LaLiga EA Sports, que enfrentarán a los culés contra el Valencia y el Alavés respectivamente, se disputarán en Montjuic y será, en teoría, los últimos encuentros lejos del nuevo coliseo.
En caso de que el equipo acceda al 'play in' para los octavos de final, el partido de ida ya estaría incluido entre los del Camp Nou, según ha informado el club.