El exministro ecuatoriano Walter Solís recuperó este miércoles su libertad tras ser detenido en México pese a su condición de refugiado, informó la cancillería mexicana al asegurar que garantizará su protección.
El político, que fue ministro de Transporte y Obras Públicas, había sido arrestado por agentes de Interpol dentro de un proceso por presunta corrupción que le sigue la justicia de su país, según informó por la mañana su abogado, Jorge Luis Ortega, a medios ecuatorianos.
Solís "mantiene su libertad y mantiene el estatus de refugiado (...) que le otorga el derecho a recibir protección y a permanecer como residente en nuestro país", indicó un comunicado de la cancillería de México difundido por la noche.
Esta dependencia hizo gestiones ante la Fiscalía General, que se encargó del caso del exministro, quien en todo momento estuvo acompañado de asesores jurídicos de la cancillería, añadió el boletín.
Según la prensa ecuatoriana, un juez solicitó a las autoridades mexicanas la captura de Solís el pasado 11 de noviembre, aunque se desconoce cuándo se ejecutó la medida.
El político, quien fue ministro del expresidente Rafael Correa (2007-2017), es acusado en distintos casos de corrupción por la justicia de Ecuador, país con el que México rompió relaciones hace casi ocho meses.
En abril pasado, Solís fue vinculado al denominado caso "Reconstrucción de Manabí", en el que se indaga un posible desvío de 367 millones de dólares destinados a atender la emergencia por un terremoto de 2016, además de que se presumen irregularidades en la asignación de contratos públicos.
Fue además sentenciado a ocho años de cárcel por el caso "Sobornos", en el que se investigó un esquema de corrupción en el que funcionarios recibieron coimas a cambio de entregar contratos.
Correa, que vive en Bélgica, y su detenido exvicepresidente Jorge Glas también han sido condenados en el mismo proceso.
Solís alega en su defensa que las acusaciones tienen motivaciones políticas.
México rompió relaciones con Ecuador luego de que la noche del 5 de abril un comando policial irrumpió en su embajada en Quito para detener a Glas, quien se encontraba en calidad de asilado.
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