Los ataques rusos contra ciudades ucranianas son el pan de cada día. Todas las mañanas, las autoridades locales emiten alertas de ataques aéreos enemigos perpetrados con aviones no tripulados y misiles de largo alcance. Lo raro es que EEUU lance un aviso tan concreto sobre un ataque inminente a gran escala contra la capital ucraniana como el que ha hecho público esta mañana, lo que ha llevado al cierre de las embajadas de Estados Unidos y de España en Kiev. En su mensaje de advertencia, la delegación diplomática estadounidense dijo que había "recibido información específica" sobre un posible ataque combinado con aviones no tripulados y misiles contra la capital.
No es un secreto que el aparato de inteligencia estadounidense se ha convertido en los ojos del Ejército ucraniano, que a menudo dispone de información sensible gracias al trabajo de campo de agentes y los centros de estudios con sede en Washington, como el Instituto para el Estudio de la Guerra o el programa de Estudios Rusos de la CNA. Estos organismos junto con las agencias de espionaje están examinando hilos de información para detectar los movimientos de Rusia.
El aumento de esta información de fuente abierta ha permitido a la comunidad de inteligencia americanas hacer más revelaciones durante los mil días de guerra. Los datos recopilados incluyen imágenes de satélites comerciales así como informes de blogueros rusos y publicaciones en redes sociales que analizan armas encontradas en Ucrania. Los satélites comerciales, por ejemplo, son cada vez más potentes; algunos pueden identificar señales de tráfico y detectar la altura del terreno y las estructuras.
"La cantidad y la ubicación de las armas son relativamente fáciles de determinar a través de imágenes captadas por satélites y aviones espía. Sin embargo, es difícil averiguar las intenciones del enemigo", asegura Koichirō Takagi en un informe de la fundación Hudson, quien recuerda que en 1992, el subdirector de la CIA declaró que más del 80 por ciento de los análisis de la agencia se basaban en información de fuentes abiertas. "Con la llegada de Internet, este porcentaje probablemente haya aumentado aún más", asegura.
Los protocolos de la inteligencia estadounidense han sido perfeccionados y han redefinido la manera en que Estados Unidos utiliza su información clasificada para debilitar a Rusia. Se trata de una estrategia para obstaculizar la ofensiva del Kremlin exponiendo los planes militares de Putin, disuadir la guerra, unir a la comunidad internacional y contrarrestar la información falsa. En este caso, el objetivo último sería evitar un bombardeo sobre Kiev como el anuncio en la mañana de este miércoles.
En 2022, el Pentágono acertó al anunciar la invasión de Rusia. Estados Unidos también reveló a sus aliados información que normalmente se mantiene en estricto secreto, que incluía detalles sobre las municiones y otras armas que China estaba considerando proporcionar a Rusia. Sucedió lo mismo hace unos días con el envío de tropas norcoreanas.
Según The New York Times, durante los 1.000 días de guerra, Rusia ha atacado la capital con más de 2.500 misiles y drones, de acuerdo a los datos recopilados por la administración militar de la ciudad. Desde que comenzó la guerra se han producido en Kiev unas 1.370 alertas, que han durado más de 1.550 horas en total, lo que significa que si los residentes hubieran pasado cada hora de cada alerta en un refugio, habrían pasado más de dos meses en búnkeres.