El portavoz de UPL -Soria-¡Ya!, el leonesista Luis Mariano Santos, se refirió ayer en el pleno de las Cortes de Castilla y León al «permanente día de la marmota» en alusión a los Presupuestos de la Comunidad para 2025 que el Gobierno autonómico dice querer negociar y para el que acaba de concluir la ronda de consultas. Santos eligió este asunto para preguntar al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, si «tenía voluntad» de negociar las Cuentas de la Comunidad, como también lo hizo el portavoz de Por Ávila, Pedro Pascual y, después, el procurador de Vox, Carlos Menéndez, y el del Grupo Mixto, Francisco Igea. Todos obtuvieron la misma respuesta, primero de Mañueco, y luego del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo: la Junta quiere alcanzar un «pacto presupuestario para que se obtenga el mayor respaldo de la Cámara». «Hacemos lo que tenemos que hacer, negociar», dijo el presidente de la Junta, quien alabó el anuncio realizado ayer por UPL de no presentar una enmienda a la totalidad, si el texto llega a las Cortes, como «un gesto de buena voluntad», una renuncia que también han hecho Soria ¡Ya! y PSOE . Sin embargo, Mañueco no dio pistas sobre los próximos movimientos de su Gobierno para que las Cuentas se puedan aprobar y se limitó a señalar que «el diálogo es el camino». Es más, puso como ejemplo el Plan Industrial para Tierra de Campos que mañana aprobará el Consejo de Gobierno y que ha contado con la participación de las cuatro diputaciones que abarca este territorio (Palencia, León, Valladolid y Zamora). Para Luis Mariano Santos, en cambio, «el diálogo es nulo para un anteproyecto que esta cogido con alfileres pero que les ha servido de campaña», por lo que emplazó al jefe del Ejecutivo regional a «tener valor para tomar decisiones: negocie, prorrogue los Presupuestos o convoque elecciones». También el abulense Pedro Pascual mostró su «decepción» por las palabras de Mañueco y le animó a registrar unas Cuentas que, en su anteproyecto, denunció que recoge «políticas centralistas».Cuando se movió el banquillo fue el consejero de Economía el encargado de responder sobre si el Presupuesto de 2025 será aprobado por la Junta y entrará en el Parlamento, cosa que no hizo porque, al igual que su jefe de filas. se parapetó tras las palabras «diálogo», «acuerdo» y «pacto» para defender el proceso negociador que, por sus palabras, tiene intención de continuar: «No nos vamos a cansar de negociar y de acordar». Un planteamiento que para el procurador de Vox es «trilerismo político» ya que, a su juicio, «no quieren negociar ni aprobar las Cuentas». Carlos Menéndez, cuyo grupo no ha acudido a ninguna de las dos reuniones a las que ha sido convocado, recordó a Carriedo que «solo les queda negociar con Vox o con el PSOE». Francisco Igea, que comparó el Parlamento autonómico con una «corrala», destacó que «los acuerdos parlamentarios se alcanzan en el parlamento», y reprochó a Carriedo que «lo que hace no es diálogo sino cháchara», al tiempo que le acusó de estar «en un gobierno autócrata» y ser «una versión remozada del Ejecutivo de Sánchez». «Tienen 31 escaños y están en minoría; se creen que pueden heredar el poder del expresidente Herrera y eso sólo lo dan los votos», clamó Igea, que animó a la Junta a ir «al debate parlamentario o a la moción de confianza y la convocatoria de elecciones». El consejero volvió al guion: «Hemos aprobado un techo de gasto con amplio respaldo, cuando pensábamos que íbamos a ser incapaces, contamos con un anteproyecto, y hemos demostrado capacidad de diálogo». Y «porque estamos en minoría somos dialogantes», zanjó.