Durante los últimos años, los métodos de pago se han visto revolucionados con la llegada del Bizum. El compartir la cuenta entre varios ya no es un problema y las salidas entre amigos posibilitan la propagación de este nuevo proceso. Con el avance de las nuevas tecnologías, algunos sistemas parecidos a este han llegado para quedarse como el famoso contactless o pago sin contacto que, a fin de cuentas, no deja de ser un revestimiento del pago con tarjeta tradicional pero que ofrece varias facilidades como la accesibilidad y la rapidez a la hora de realizar una transacción.
Asimismo, este procedimiento conlleva a algunos caminos que complican la experiencia. De manera parecida a lo que sucede con las compras por Internet, este tipo de nuevos métodos influyen en el factor psicológico del comprador creando un sentimiento de falsa seguridad que conlleva la compra desmedida e impulsiva en los casos más extremos. Por tanto, a la hora de emplear estas modalidades hay que ser consciente de lo que se está haciendo y del fin último de las empresas que es vender. Entorno a este suceso existen una serie de estrategias por parte de las corporaciones para maximizar el dinero invertido por los usuarios, hay que ser cautos.
En el caso del Bizum, si bien se aleja un poco de estos inconvenientes, no está exento de las garras de los empresarios. Prácticamente en todos los negocios está incluida la posibilidad de gastar con este método, por lo que, aunque se intente evitar a toda costa la reducción de tu cuenta bancaria con cosas que no necesitas la posibilidad sigue estando ahí. No obstante, una de las barreras que impedía la proliferación internacional de estos procesos eran, precisamente, las fronteras. En 2025 esta situación se va a modificar para siempre.
Alrededor del 70% de las transacciones que se realizan en España son vía digital. Es por eso pertinente destacar la importancia que podría conllevar esta modificación. El camino por la interconexión mundial con el uso de esta plataforma parece ser un hecho cada vez más cercano. De hecho, esta semana se anunció las primeras pruebas exitosas de transacciones instantáneas transfronterizas. Estas fueron llevadas a cabo con los sistemas de pago móvil MB Way, utilizado en Portugal, y Bancomat, gestor de Italia.
Con motivo de la viabilidad de este proyecto, a lo largo de 2025 llegará distintos países de Europa entre los que se encuentran las dos naciones ya mencionadas y España y Andorra. Una vez su realidad sea práctica se procederá a implantarlo en el resto de países del continente.
El procedimiento de uso de la aplicación funciona como una cuenta personal, así como una red social, en la que tu metes tus datos y estos se guardan para su potencial practicidad. Por ello, la inmediatez y la comodidad son las piedras angulares del triunfo del Bizum frente al pago tradicional. Al mismo tiempo, nos podemos olvidar monedas o billetes pero el teléfono móvil siempre se encuentra en nuestro bolsillo, otro tanto para la plataforma. En adición, lo bancos no cobran comisiones en el ejercicio de dichas transacciones, en otras palabras, es apto para todos los públicos. Por tanto, parece que esta guerra parece tener un claro ganador.