¿Alguna vez fuiste al Palacio Chino? Ubicado en el corazón de la Ciudad de México, fue un icónico cine que marcó la historia del entretenimiento en la capital y que actualmente está a la venta, para sorpresa de todos aquellos que disfrutaron alguna película en su interior.
Aunque ya no existe como sala de proyecciones, el recuerdo del Palacio Chino permanece en la memoria de los capitalinos como un símbolo de la época dorada de los cines monumentales en México.
A través de sitios especializados en la venta de inmuebles se dio a conocer que el Palacio Chino está en búsqueda de un nuevo dueño, al que tienen que sobrarle ‘un varito’ para hacerse de la legendaria sala de cine visitada por millones de personas a lo largo de siete décadas.
En las últimas horas, se informó que páginas de Internet como Lamudi y Ricasa Inmobiliaria publicaron en sus sitios la venta del Palacio Chino, aunque no se mencionó su nombre por lo imponente que resulta y la sorpresa que causaría entre los que se encuentren este anuncio.
Sin embargo, se sabe de qué sitio se trata por la imagen que se muestra en sus anuncios. “Edificio comercial en venta en el Centro CDMX”, así de simple es el título, y el imponente precio en el que está a la venta el Palacio Chino: 327 millones de pesos.
No, no leíste mal: este edificio que sirvió por décadas como un complejo de cine independiente y que en sus últimos años de funcionamiento se utilizó como una de las sedes comerciales de Cinemex, se vende en 327 ‘melones’ gracias a sus características (y claro, algo de su historia que se va con ese precio).
Los sitios especializados en venta de inmuebles señalan que el precio coincide con el de un avalúo realizado al Palacio Chino en 2022, cuando ya no estaba en funciones y visiblemente deteriorado. El precio exhibido no incluye gastos notariales, impuestos, derechos, peritaje de avalúo fiscal o alguno otro que derive de su adquisición.
Cabe destacar que, al menos en el sitio de Lamudi, el anuncio tiene fecha del 9 de marzo de 2023, por lo que tiene casi dos años en venta y, hasta el momento, no habría ninguna oferta.
Empecemos por su ubicación: Entre la calle de Iturbide y la avenida Bucareli, en la colonia Centro, se encuentra este complejo que consta de un terreno de 2 mil 811 metros cuadrados, mientras la construcción es de 11 mil 982 distribuida en cinco pisos.
Desde su última remodelación, realizada a finales de los años noventa, se le dividió en 11 salas de cine con gran altura en techos, mezzanine, cuartos de máquinas, dulcerías con balcón a doble altura y salidas de emergencia. Además, hay un Estacionamiento Público cruzando la calle de gran capacidad, por lo que la ubicación le hace ideal para su adquisición.
Los anuncios señalan que el uso de suelo que tiene el Palacio Chino lo hace ideal para bodegas, centros comerciales, tiendas departamentales, hospitales, centro de salud, bancos, escuelas, teatros, cines, estacionamiento público, estación de radio y televisión; tiendas de autoservicio o el uso que le quiera dar su nuevo propietario.
Inaugurado el 29 de marzo de 1940, este recinto destacaba por su arquitectura inspirada en templos y palacios tradicionales de China, lo que lo convirtió en un referente visual y cultural de la ciudad.
El diseño del Palacio Chino fue obra del arquitecto Manuel Fontanals, quien buscó evocar una atmósfera exótica y lujosa, tanto en su fachada como en los interiores, decorados con dragones, linternas y detalles alusivos a la cultura china.
Desde su fachada, con un característico techo en forma de pagoda y detalles decorativos de dragones y figuras orientales, hasta su interior, con lámparas, murales y muebles inspirados en la estética asiática, el cine ofrecía una experiencia única.
Abrió sus puertas con la película Luna de Miel del director inglés Alexander Korda, y a partir de entonces se convirtió en punto de referencia para todos los amantes del cine.
Su cartelera combinaba estrenos internacionales, películas mexicanas de la Época de Oro del cine y, ocasionalmente, proyecciones especiales que aprovechaban los avances tecnológicos de la época, como el cine sonoro y más adelante, el Cinemascope. Sin embargo, con el paso del tiempo, la llegada de los multicinemas y la transformación urbana de la Avenida Juárez afectaron su relevancia.
El Palacio Chino cerró sus puertas en 1998, poniendo fin a una era en la que los grandes cines de una sola sala eran el centro del entretenimiento citadino. Posteriormente se convirtió en salas de exhibición de Cinemex, pero perdió el prestigio que consiguió a mediados del siglo XX y, finalmente, en 2016 las actividades en sus interiores terminaron.
Hoy, el Palacio Chino es un inmueble en estado de completo abandono, lleno de graffitis, basura en el exterior y algunas personas sin hogar que se refugian en lo que antes era la entrada a este lugar que ofrecía una experiencia única en el cine.
