La vivienda se desencadena y las transacciones vuelven a tocar otra vez niveles de la burbuja. En septiembre, las compraventas se dispararon un 41,5%, hasta sumar 61.887, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Tal nivel de operaciones, el mayor de siempre en un mes de septiembre; no se veía desde julio de 2007, justo antes de que la Gran Recesión de 2008 asolase el mercado inmobiliario español y pinchase la burbuja que se había formado los años previos.
La compraventa de viviendas encadena de este modo tres meses consecutivos al alza tras el incremento del 19,4% de julio -cuando también alcanzó su mayor nivel desde la burbuja en ese mes- y la subida del 0,9% de agosto, con lo que, en lo que va de año, acumula un avance del 3,1%.
Desde hace meses, desde el sector inmobiliario vienen asegurando que las bajadas de tipos de interés aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE) para estimular la economía una vez que la crisis inflacionaria parece controlada abaratarían los costes de financiación hipotecaria y provocarían la entrada en el mercado de la vivienda de una demanda embalsada que estaba esperando esta rebaja. Y, como apuntan desde Idealista, así parece que ha ocurrido en septiembre. "Este repunte podría deberse a una reactivación de la demanda provocada por la rebaja en los costes de financiación y una expectativa de subidas de precios de las viviendas, lo que ha provocado que muchas familias hayan adelantado su decisión de compra. Aunque el mercado cuenta con un stock de viviendas anormalmente bajo (tanto en vivienda usada como en nueva), es muy posible que asistamos a un cierre de 2024 con un gran nivel de actividad que podría terminar ligeramente por encima de las 600.000 viviendas vendidas", asegura su portavoz, Francisco Iñareta.
María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, no duda en afirmar que estamos a las puertas de otro "boom". "Tras el cambio de ciclo hipotecario impulsado por la desescalada de los tipos de interés, se inicia una temporada de dinamismo en la adquisición de vivienda, en la que factores como el optimismo y la confianza del comprador en el mercado, sumados a un aumento en la tasa de ahorro de los hogares y a las condiciones hipotecarias más atractivas con un euríbor a la baja, aumentarán la compra de vivienda en 2024 y 2025", explica Matos.
Esta mayor actividad, asegura Matos, puede convertir a 2024 en el segundo mejor año desde 2007 con más de 620.000 operaciones de compraventa.
Ferrán Font, director de Estudios de Pisos.com, también considera que, en lo venidero, unas condiciones más ventajosas en los créditos para comprar un inmueble pueden ayudar a aumentar la compra de primera vivienda, factor determinante para que el crecimiento del sector se incremente a corto/medio plazo. No obstante, advierte al mismo tiempo de que "esa reactivación de la actividad, junto con una oferta cada vez más escasa, harán que los precios sigan aumentando, dificultando aún más el acceso a la vivienda a los jóvenes y a las familias que se encuentren en una situación económica más compleja".
"Aunque se esperan mejoras en las condiciones de las hipotecas, estas podrían no ser suficientes para contrarrestar el acelerado incremento del valor de las viviendas", coincide Mato.
Todos los analistas consultados recientemente a este respecto por LA RAZÓN coinciden en que el próximo año, los precios continuarán al alza empujados por la falta de oferta y la fuerte demanda que domina el mercado de la vivienda.