El puente lleva el mismo camino que los túneles. Acabará siendo papel mojado y los sevillanos jamás podremos ir desde el Aljarafe hacia Cádiz por la ronda metropolitana. Porque mientras aquí las administraciones se han hecho trampas al solitario durante más de dos décadas para tenernos entretenidos con el placebo de las infraestructuras, en Bilbao ya están terminando el túnel de la ría de Nervión, en Barcelona ya han licitado las obras del túnel de Vallirana —de un kilómetro y medio, como era el nuestro— y se han modernizado los túneles de Santa Coloma, Pallaresa y Tiana. En Sevilla, en cambio, hemos inaugurado una línea de metro y celebramos con alegría una circunvalación con semáforos y un segundo anillo que...
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