Escandaliza que se despelleje al atribulado Mazón por almorzar con una señora mientras rompía la DANA y que nadie hasta ahora haya planteado una doble cuestión, a mi entender, fundamental: ¿quién pagó el almuerzo y con qué dinero? Puede parecer un poco retorcido traer aquí este asunto, en medio del desastre, pero lo hago a guisa de ejemplo de lo que va a caerle encima a Mazón si se aferra al cargo. En circunstancias normales, a nadie se le ocurriría recurrir a este tipo de insidias (anda, que no se ha gastado la izquierda pasta pública en marisco y burdeles), pero el sanchismo no se va a privar de convertir una mala práctica –montarse una cuchipanda para algo que se...
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