Aragón se despertó este viernes conmocionado al conocerse el alcance de la tragedia ocurrida en la residencia de ancianos de Villafranca de Ebro (Zaragoza), donde diez personas han perdido la vida y otras dos han resultado heridas de gravedad en un incendio.
Los 57 residentes supervivientes fueron trasladados al nuevo edificio de Vitalia en Huesca, que aún no ha abierto sus puertas pero que hace pocos días ya acogió a 96 usuarios de una residencia de Cadrete que fueron desalojados ante la crecida del río Huerva. A su llegada, Cruz, una de las supervivientes, contó a los medios lo que habían vivido: «De repente las chicas de noche, las auxiliares, nos han empezado a tocar a las puertas diciendo que saliéramos de las habitaciones, y al abrir la puerta estaban los pasillos llenos de humo y las personas que podíamos salir lo hemos hecho y hemos ayudado a los que no podían», contó a Efe. «Todo era humo y humo», subrayó, al mismo tiempo que aclaró que «todos han reaccionado muy rápido, la atención ha sido súper rápida, tanto por parte de las chicas como de la policía y la Guardia Civil, sanitarios, también de la gente del pueblo, la gente ha sido estupenda».
Más duro es el testimonio de Alfonso, otro de los residentes, quien mostraba su pesar porque no había conseguido salvar a su compañero de habitación, que iba en silla de ruedas: «Era un compañero, un amigo, y lo siento mucho pero es así, no le he podido sacar, lo he llamado cuarenta veces, pero no se despertaba».
A pesar de todo, la gravedad del suceso podría haber sido aún mayor de no haberse producido la rápida intervención de las trabajadoras del turno de noche, que avisaron a emergencias y procedieron a evacuar a los residentes mientras se desplazaban al lugar bomberos y Guardia Civil, ambulancias, equipos de psicólogos y trabajadores sociales.
«Según me contaba la directora y la propia alcaldesa, el personal ha tenido una labor esencial porque en el momento que han sonado las alarmas han sido las señoras de la residencia las que se han preocupado de sacar a los residentes, de levantarlos, muchos de ellos con problemas de salud mental, lo cual ha hecho que el trabajo fuera más complicado, en un horario intempestivo, en el que la mayoría de los residentes estaban dormidos. Las dos trabajadoras han hecho un trabajo extraordinario», declaró el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, informa la agencia Ep.
Los familiares fueron llegando al centro a cuentagotas para informarse sobre la suerte de sus familiares, como Susana, cuyo suegro llevaba un mes ingresado en la residencia, o Pilar y Manuel, cuyo padre vive desde hace diez años en la residencia, y que respiraron aliviados al conocer que se encontraba bien.
Azcón tuvo un encuentro con los familiares de los dos heridos en el incendio, uno de ellos un hombre de 65 años ingresado con pronóstico grave pero que ya ha sido trasladado a planta, y el otro un hombre de 72 que al cierre de esta edición permanecía en Urgencias y «parece que evoluciona favorablemente», según destacó el presidente aragonés.
La alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, manifestó su consternación ante lo ocurrido, porque, según señaló, las personas que han fallecido en el incendio eran conocidas en la localidad: «Ha sido duro ver que ha fallecido gente que conoces, y aquí (en la residencia) no hay solo mayores, hay personas de 25 años con problemas de salud mental que salen al pueblo, dan una vuelta y los conocemos todos», lamentó la alcaldesa.
Desde el ámbito político las reacciones no se hicieron esperar. En su cuenta de la red social X, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró «consternado» ante la «tragedia» de la residencia de Zaragoza, a la vez que mostró su deseo de una pronta recuperación de los heridos. Sánchez trasladó su cariño, así como el pésame, a las familias, compañeros de los fallecidos, trabajadores del centro y al «conjunto de los aragoneses».
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, mandó un «sentido abrazo» a las familias, a los heridos y a los empleados: «Un terrible incendio en una residencia de mayores nos deja hoy de nuevo sumidos en la tristeza», declaró en la red X.
El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beldrán, acudió a la residencia siniestrada, donde lamentó el «daño emocional intenso» vivido por los residentes y empleadas del centro. También explicó que un grupo de psicólogos ha atendido a los familiares en la Casa Consistorial de la localidad.
Un equipo de expertos en investigación de daños en infraestructuras e incendios ha viajado desde Logroño (La Rioja) hasta Villafranca del Ebro para tratar de averiguar las causas del suceso.