La victoria 2-1 este jueves sobre la campeona de América y del mundo, Argentina, celebrada como un título por la afición local, fortaleció la ilusión de Paraguay de clasificarse al Mundial de Norteamérica de 2026 aunque en los números continúa al filo de la navaja.
Aún con el mérito de haber tumbado al monarca actual del fútbol, la ubicación de los guaraníes en la tabla de posiciones de las eliminatorias sudamericanas quedó inalterable tras la undécima de sus 18 fechas.
Paraguay conservó su sexto lugar, último de clasificación directa al Mundial, pero con igual cantidad de puntos que Uruguay (cuarto) y Ecuador (quinto), todos con 16, y a una unidad del tercero, Brasil.
Le falta completar el combo, el costoso ascenso a El Alto (4.150 metros sobre el nivel del mar) para enfrentar a Bolivia el martes por la duodécima fecha, escenario donde conquistar un punto puede parecer un milagro.
Para los aficionados locales, el equipo de Gustavo Alfaro ya pasó las más exigentes pruebas que le valen un pasaje al Mundial: haber tumbado a los dos grandes del continente, Argentina y Brasil.
El 10 de septiembre, su víctima fue el elenco auriverde de Vinicius, Rodrygo y Endrick, al que derrotó 1-0 en Asunción.
En ese combo también le dejó su sello a Uruguay en Montevideo, al que le empató (0-0) en aquella fiesta de despedida del ídolo de la Celeste, Luis Suárez.
En octubre visitó a Ecuador en Quito, al que también le arrebató un 0-0.
"Alfaro Presidente" fue la frase que predominó el viernes en los memes, en alusión al DT argentino a quien se adjudica el cambio de mentalidad en la selección albirroja desde que llegó en agosto.
Tres triunfos de local y dos empates de visitante, que totalizan 11 puntos, es su cosecha parcial.
Su plantel no sufrió mayores modificaciones en comparación con los convocados habitualmente por sus predecesores como Eduardo Berizzo, Guillermo Barros Schelotto o Daniel Garnero.
Alfaro, que no festejó los goles de su equipo ante la Albiceleste, advirtió: "Todavía estamos lejos de la mejor versión que podemos llegar a ser".
"Ahora no existen los techos para seguir creciendo", dijo optimista.
El entrenador instaló la confianza que la selección guaraní no tenía e impuso su mentalidad que no respetó el jueves los quilates del campeón del mundo.
Cuando Paraguay revirtió el marcador, al comenzar el segundo tiempo, el orientador no se apuró.
Mientras la prensa reclamaba el ingreso de defensas con oficio para cuidar la ventaja, Alfaro prefirió hacer lo contrario: ordenó el ingreso de cuatro jugadores con características ofensivas (Angel Romero, Ramón Sosa, Isidro Pitta y Kaku Romero) que sustituyeron a los exhaustos que estaban en el campo de juego (Miguel Almirón, Julio Enciso, Diego Gómez y Tony Sanabria).
La defensa, compuesta por Gustavo Velázquez, Gustavo Gómez, Omar Alderete y Junior Alonso, quedó incólume.
Antes del partido, Alfaro admitió haber aconsejado a sus pupilos imitar algunas actitudes de Argentina: "su vocación de ganar, generosidad, la humildad que tiene".
El DT reconoció no obstante que tales ingredientes no están exentos de genialidades para llegar a una consagración, como la fantástica definición, de chilena del delantero 'Tony' Sanabria para iguaklar el partido a los 19 minutos.
"El gol que hizo Tony Sanabria... mamita querida, qué gol hizo este muchacho. Fue fantástico. Me rindo ante tanta jerarquía", destacó.
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