Romina Metti, Ana Domínguez y Carolina Declerk se conocieron trabajando juntas en distintos estudios de branding y comenzaron a analizar la idea de crear su propio espacio.
La idea pasó a la acción, y hace dos años nació Reina del Plata, su estudio de branding que, sin que ellas lo buscaran, se convirtió en el elegido de muchas marcas gastronómicas, entre ellas, el restaurante que abrirá la chef e influencer gastronómica Karina Gao.
Gao, como se llamará el emprendimiento de comida china auténtica de Karina, ya tiene una identidad justamente ideada por Reina del Plata que trabajó con un recuerdo de la chef: una bicicleta.
Si bien aún no se puede adelantar mucho del proyecto, fue la propia Gao quien anunció la inauguración y compartió el isologo del restaurante que estará en bajo Belgrano.
"La idea de la bicicleta nació de ella porque es un recuerdo propio y no creo que vayamos a encontrar un restaurante con la misma temática porque justamente es un recuerdo", explican las fundadoras del estudio, quienes aseguran que la misma impronta alegre y divertida que tiene Gao cuando se la ve, es la que quiere para su local.
El estudio ya tiene 24 proyectos en su portafolio, tres de ellos en proceso. Uno es el de Karina Gao, otro restaurante en Canning y una cafetería. "Buscamos crear la historia a la marca", aseguran. Entre sus iniciativas se encuentran proyectos de cero como Amayta, una cafetería ubicada en un edificio histórico, Afines que las volvieron a convocar para sus dos locales o rediseños como la imagen de Iñaqui, el clásico de la comida vasca que abrió en la Recova.
"Cuando creamos Reina del Plata no pensamos específicamente en hacer solo gastronomía pero se fue dando por algunos proyectos que hicimos y recomendaciones", cuenta Romina.
Las tres socias viene de distintos mundos pero muy complementarios. Ana y Carolina estudiaron diseño gráfico y Romina licenciatura en Letras, las tres en la UBA.
Romina Metti es quien se encarga de la parte conceptual y verbal de los proyectos; Ana, en tanto, se especializó en Espacial e interiorismo y en la experiencia del local y Carolina en todo lo que es identidad visual de la marca y, por ejemplo, el packaging.
Así, las tres especialistas trabajan en las tres grandes dimensiones de una marca: la verbal, la visual y la espacial. "Nuestro acercamiento al proyecto es muy íntimo y personalizado. Comienza con una charla con el equipo o persona a cargo del proyecto y empezamos por la motivación del negocio, por qué se está armando, cuál es la búsqueda", explica la encargada de lo verbal.
Con este approach, el proceso de un proyecto de cero, desde el concepto, dura entre cinco y seis meses. "Generalmente viene con la idea del negocio, pero sin el nombre y trabajamos en ello", cuentan.
Desde lo espacial lo que trabajan con el dueño del proyecto es cómo lograr que la gente se sienta cómoda y quiera volver.
Si bien -aseguran- no siguen las tendencias están muy alertas a lo funcional. "En un momento estaban de moda en las cervecerías las banquetas de hierro y madera, y son incomodísimas", ejemplifica Ana.
"Arrancamos con la historia, qué queremos contar y eso nos va marcan do el camino de qué queremos proponer a nivel estético, de materiales. Y si bien en este contexto económico hay que ver qué se puede conseguir, nosotros siempre vamos encontrando joyitas. Es algo muy nuestro el estar en el detalle", describe la responsable de todo lo espacial.
Además de Gao, que está en pleno proceso, Reina del Plata creó la identidad de Amayta Patisserie, un local gastronómico en Cinco esquinas, Recoleta. "Es un edificio emblemático considerado patrimonio porteño y su fachada ganó un concurso en 1917. El edificio que tiene tres plantas que se convirtieron en una cafetería de especialidad con patisserie francesa y también tiene un restaurante italiano. Además hicimos por la parte externa un anexo que es un take away", detalla Carolina.
El gran desafío para las emprendedoras fue crear un proyecto de interiorismo y de marca que respetara toda la historia del edificio. "En el interior pudimos crear una historia que tiene que ver con la Gran inmigración. El equipo de socios viene de familias españolas y ahí encontramos un universo que no tiene que ver solo con la cocina, sino con los oficios en general. Trabajamos mucho con conceptos pequeños relacionados con los amuletos. Qué me llevó de un lugar que es mi casa hacia un nuevo lugar, muy lejos, donde quiero conservar la herencia cultural", narra Romina.
Así la responsable de la parte visual de la marca, trabajó el isologo con un trazo a mano alzada vinculado con la tradición epistolar, la carta, que era el medio de comunicación en aquel entonces.
Por otro lado, el pedido de los dueños fue llegar a un público muy amplio, y también a la gente joven. "Eso nos llevó a generar los distintos salones con colores distintos para crear diferentes climas", explica Ana.
Es tostadores, en Córdoba, fue un proyecto que hicieron a distancia, en Córdoba. "Es una cafetería de autor que, además, provee a otras cafeterías, tiene una escuela para capacitar baristas y un laboratorio", detallan.
Bandada Café, en Banfield, se ideó en lo que antes fue un vivero y las creadoras quisieron conservar el formato de galpón y las paredes originales. "Nos parecía muy linda esa pre historia. Las paredes tenían muchas capas de pintura en las que se veía todos los pasados", explican.
Acerca de cómo impacta el branding en la rentabilidad, las emprendedoras creen que es imprescindible ya que va a hacer que una marca sea distinta de otra. Sin embargo -explican-, "hay variables que nos escapan como la ubicación, el servicio, costo promedio. Pero sí -afirman- en el local pasan cosas que hacen que el cliente lo vuelva a elegir".