Argentina dijo el jueves que "reevaluará" su rol en las conversaciones climáticas globales tras haberse retirado de la cumbre COP29, lo que generó preocupaciones de que el país sudamericano podría convertirse en el primero en seguir la amenaza de Donald Trump de abandonar el histórico Acuerdo de París.
La campaña de Trump había anunciado que retiraría a Estados Unidos del acuerdo climático de París si regresaba a la Casa Blanca, tal como lo hizo durante su primer mandato, lo que llevó a ministros y negociadores de la COP29 en Azerbaiyán a temer que otros líderes populistas pudieran seguir su ejemplo.
El presidente libertario de Argentina, Javier Milei, retiró la delegación de negociadores que su país había enviado a la cumbre climática de la ONU en Bakú el miércoles, un día después de hablar por teléfono con Trump.
Milei degradó la cartera de medio ambiente de Argentina a un nivel departamental de menor jerarquía tras asumir el cargo el año pasado, como parte de un paquete de austeridad generalizada y un fuerte reordenamiento ideológico de la política ambiental y exterior de su país. Ha afirmado que el cambio climático causado por el hombre es "una mentira socialista".
El portavoz de Milei dijo en una conferencia de prensa el jueves: "Con respecto a la decisión de retirar la delegación [de la COP29], lo cierto es que esta medida lo que permite, al flamante canciller, (...) reevaluar la situación, reflexionar sobre la posición y, en tal caso, es parte de las medidas, que empieza a tomar el canciller en su nuevo rol".
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— Manuel Adorni (@madorni) November 15, 2024Ana Lamas, subsecretaria de Medio Ambiente de Argentina, se negó a hacer más comentarios sobre si el país estaba considerando abandonar el Acuerdo de París. "La delegación regresa a Argentina, por ahora no hay más información", le dijo al Financial Times.
Milei despidió a la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, el mes pasado, después de que Argentina se alineara con Cuba en una votación de la ONU condenando las sanciones económicas de EE.UU. a La Habana.
Milei y su nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, un empresario adinerado que hasta hace poco fue embajador de Buenos Aires en EE.UU., se reunieron con Trump y el CEO de Tesla, Elon Musk, en una cena de gala en Mar-a-Lago el jueves. Fue la segunda reunión de Milei con Trump y la cuarta con Musk.
EE.UU. es el único país que ha abandonado el Acuerdo de París. Casi 200 países firmaron el acuerdo para limitar el aumento de la temperatura global. El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro amenazó con retirarse, pero no lo llevó a cabo.
Muchos de los países presentes en la reunión de la ONU han apresurado a presentar un frente unido, argumentando que, incluso si EE.UU. se retirara del Acuerdo de París, el contexto global era muy diferente al del primer mandato de Trump. Los países y las industrias ya habían comenzado a hacer la transición hacia la energía verde al tener en cuenta las consecuencias adicionales del cambio climático, sostuvieron.
"La salud del Acuerdo de París está bastante bien", dijo Jennifer Morgan, enviada especial de Alemania para el clima, en Bakú. "Aquí tienen un foro multilateral donde los países trabajan juntos para encontrar soluciones, a pesar de las tensiones geopolíticas, a pesar de las elecciones".
"Hemos pasado por elecciones en el pasado y hemos seguido adelante", dijo. Los "costos y la devastación" del cambio climático están impulsando a los países a actuar.
Otro negociador principal comentó: "El mundo ha seguido adelante. El caso económico para la transición es fuerte: hay tantas energías renovables en todo el mundo".
Argentina había estado a cargo del bloque de negociación llamado Sur en la cumbre climática de dos semanas, y ha sido reemplazada por Brasil.
La delegación argentina había presentado una declaración en la reunión inaugural de la COP29 el martes, declarando la oposición del país "a la imposición de regulaciones y prohibiciones promovidas por los mismos países que se desarrollaron haciendo las mismas cosas que hoy están cuestionando".
Un objetivo central de la cumbre de Bakú es establecer una nueva meta financiera para ayudar a los países más pobres a hacer la transición hacia la energía verde y adaptarse al cambio climático, pero las conversaciones han estado opacadas por controversias durante los días iniciales del evento, así como por la ausencia de más de la mitad de los líderes mundiales.
Francia también decidió no enviar a un alto funcionario político a la cumbre esta semana, luego de que el presidente del país anfitrión, Ilham Aliyev, utilizara un discurso en el evento para acusar al "régimen del presidente [Emmanuel] Macron" de "matar brutalmente" a ciudadanos durante las recientes protestas en Nueva Caledonia.
