Las inundaciones son uno de los desastres naturales más devastadores en términos de pérdidas económicas y humanas. Un ejemplo de ello es la reciente DANA que ha arrasado la Comunidad Valenciana. En España, más de tres millones de personas residen en áreas catalogadas como zonas inundables, según un reciente estudio realizado por la Universidad de Almería (UAL) y publicado en la revista científica 'Geomatics, Natural Hazards and Risk'. Este informe, titulado 'Una aproximación a la exposición al riesgo de inundación fluvial en España a través del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables', aporta datos sobre la geografía del riesgo y las consecuencias de las inundaciones para la población, la economía y los puntos de especial importancia en el país.
El estudio revela que el 6,9 % de la población española, equivalente a más de 3,2 millones de personas, vive en zonas susceptibles de ser inundadas. Las áreas de mayor exposición se concentran, principalmente, a lo largo de la costa mediterránea. Según el informe, "la exposición de la población se concentra en un 52 % en seis áreas principales: Huerta de Murcia y Vega Baja del Segura, Valle del Guadalquivir, provincia de Valencia y Alicante, la costa catalana, las llanuras del Cantábrico oriental y el municipio de Valladolid".
De estas zonas, Sevilla se destaca como el municipio más afectado, con más de 337.000 residentes en áreas de riesgo, seguido por Murcia, donde 290.000 personas viven expuestas a inundaciones. Otros focos importantes incluyen Alzira (Valencia) y localidades en las costas catalanas de Tarragona y Barcelona.
Además del impacto humano, el informe estima que las posibles pérdidas económicas asociadas a inundaciones ascienden a 122.132 millones de euros. El análisis detalla que el 40 % de estas pérdidas se asocia a daños en propiedades residenciales, mientras que las actividades productivas representan el 22,5 % del total. La cuenca del Ebro es el territorio con mayor exposición económica, concentrando el 21,6 % de las pérdidas estimadas, seguido por la cuenca del Guadalquivir (16,4 %) y las cuencas internas de Cataluña (16,1 %).
La reciente DANA que afectó gravemente a Valencia y otras zonas ha puesto de manifiesto la importancia de gestionar adecuadamente el uso del suelo. Muchas localidades afectadas están consideradas como zonas inundables. Según el estudio, "la creciente urbanización en zonas costeras y la impermeabilización del suelo incrementan la vulnerabilidad de estas áreas frente a las inundaciones".
El informe de la UAL destaca la importancia de utilizar estos datos para fortalecer la preparación y respuesta ante las inundaciones. Según los investigadores, "la información obtenida permite mejorar las decisiones en ordenación del territorio, protección civil y diseño de infraestructuras".
Con más de tres millones de personas en riesgo y pérdidas económicas millonarias proyectadas, este estudio pone de relieve la importancia de la adaptación y la mitigación. Los autores recomiendan implementar medidas como:
