La Policía Nacional y la Armada han interceptado a 900 kilómetros al noroeste de Canarias un pesquero panameño cargado con 4.500 kilos de cocaína que, presumiblemente, se iban a desembarcar en las Rías Baixas, en Galicia.
En la operación, realizada por un grupo de efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) a bordo del buque Atalaya, han sido detenidas 15 personas que han llegado este viernes, junto al alijo, a la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria.
Tras la comparecencia del delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana; el jefe superior de Policía de Canarias, Jesús María Gómez; y el jefe del Grupo de Respuesta al Crimen Organizado (GRECO) en Galicia, Emilio Rodríguez, se ha detallado que fueron localizados cien fardos de cocaína de unos 40 kilos cada uno, lo que tendría un valor de aproximadamente 80 millones de euros.
La investigación se inició a principios del mes de noviembre. La agencia norteamericana Drug Enforcement Administration (DEA) alertó de que una organización criminal podría llevar a cabo el trasvase de una gran cantidad de cocaína entre dos buques en alta mar. El buque había sido sancionado anteriormente por las autoridades de Panamá por cometer infracciones graves, revocando así su licencia de pesca.
