David Coote, el árbitro inglés que recientemente dirigió el encuentro entre Liverpool y Aston Villa (victoria 2-0 para los Reds), está siendo investigado por su presunto consumo de drogas durante la Eurocopa 2024 celebrada en Alemania. La noticia ha causado gran revuelo en el mundo del fútbol, dado el cargo de responsabilidad que Coote desempeña como árbitro, especialmente en su rol de encargado del VAR en la competición europea.
El diario británico The Sun ha divulgado un polémico video que muestra al árbitro inhalando una sustancia blanca en un hotel de Alemania, donde se encontraba hospedado durante el torneo. En el breve clip, de apenas ocho segundos, Coote aparece con los ojos muy dilatados mientras usa un billete enrollado para esnifar lo que parece ser cocaína. La grabación fue realizada por el propio Coote el 6 de julio, un día después del partido de cuartos de final de la Eurocopa 2024 entre Francia y Portugal, donde el árbitro formaba parte del equipo de VAR.
Este no es el primer incidente polémico que involucra a David Coote. Recientemente, el árbitro fue suspendido por el PGMOL (el organismo encargado de la dirección arbitral en la Premier League) después de que se filtraran comentarios de Coote en los que insultaba a Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool. En el vídeo, Coote se refiere al técnico alemán con epítetos como "gilipollas" y "arrogante", además de expresar su desprecio por el hecho de que Klopp lo acusó de mentir durante un partido contra el Burnley, en medio de la pandemia. El árbitro expresó su desdén diciendo: "No tengo interés en hablar con alguien tan jodidamente arrogante, haré todo lo posible por no hablar con él, alemán gilipollas".
La falta de control antidopaje para los árbitros es un tema que ha sido objeto de debate en el ámbito deportivo durante años, pero este escándalo podría ser el catalizador para una revisión de las normativas que rigen el arbitraje profesional. Si bien los futbolistas son sometidos a estrictos controles para evitar el uso de sustancias que puedan alterar su rendimiento, los árbitros siguen sin ser obligados a someterse a pruebas regulares, lo que podría estar favoreciendo la existencia de prácticas irregulares o inapropiadas en su entorno profesional.
David Coote se encuentra ahora en el centro de una investigación que podría tener repercusiones importantes para su carrera, y es probable que las autoridades pertinentes tomen medidas drásticas si se confirman los hechos. Mientras tanto, el caso deja al descubierto las lagunas en los protocolos de control y plantea la urgente necesidad de revisar las normativas antidopaje aplicadas a los árbitros, quienes también tienen un impacto significativo en el fútbol profesional.