El Producto Interior Bruto (PIB) británico creció 0,1% en el tercer trimestre, tras un aumento de 0,5% en el anterior, anunció este viernes la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
"La economía progresó levemente en el último trimestre en su conjunto", en línea "con la reciente desaceleración del crecimiento" constatada en el país, indicó en la red social X Liz McKeown, directora de estadísticas económicas de la ONS.
Los datos cubren el periodo de los primeros meses del gobierno laborista, antes de que presentara su esperado presupuesto a finales de octubre.
"Mejorar el crecimiento económico está en el centro de todo y busco conseguirlo, y es por eso que estas cifras no me satisfacen", declaró el viernes la ministra de Finanzas laborista, Rachel Reeves.
"En mi presupuesto, tomé decisiones difíciles para restaurar los cimientos (de la economía) y estabilizar nuestras finanzas públicas. Ahora aseguraremos el crecimiento a través de la inversión y las reformas", afirmó Reeves.
El primer presupuesto de los laboristas incluye subidas de impuestos y un mayor endeudamiento, con el fin de reactivar la economía, una de las promesas de campaña del primer ministro Keir Starmer.
La economía británica repuntó a principios de año tras una breve recesión en el segundo semestre de 2023, pero el crecimiento se ha desacelerado en los últimos meses.
Las medidas presupuestarias, que aumentan notablemente las contribuciones de los empresarios, "podrían afectar la moral de las empresas (...) antes de que las medidas de recuperación se hagan sentir" en la actividad económica, estima Sanjay Raja, analista del Deutsche Bank.
El economista prevé "una ligera reanudación del crecimiento hacia finales de año" y "una dinámica positiva en 2025", pero señala que acechan riesgos, en particular "con el espectro de una guerra comercial" tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos.
"Está claro que la economía es menos dinámica de lo que pensábamos", comenta Ruth Gregory, analista de Capital Economics, explicando que ahora está "un poco más preocupada por la debilidad subyacente" del Reino Unido.
"Pero dudamos que la economía vuelva a estar al borde del precipicio", matiza, diciendo que espera "que el crecimiento del PIB se reanude en los próximos trimestres", impulsado en particular por el gasto financiado por la deuda en el presupuesto gubernamental.
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