La ONU eligió a 4 pueblos de la Argentina entre los "mejores pueblos del mundo".
La Organización Mundial del Turismo (OMT) otorgó los "Best Tourism Villages", un reconocimiento a las comunidades rurales de todo el mundo que llevan adelante prácticas sostenibles y ofrecen experiencias turísticas auténticas.
La Argentina, por medio de la Subsecretaría de Turismo de la Nación, había postulado a ocho pueblos. Anoche, en una ceremonia celebrada en Colombia, se anunciaron las 55 mejores villas turísticas del planeta y se conoció que había 4 pueblos del país en el selecto listado.
Trevelin (Chubut), Gaiman (Chubut), Caviahue- Copahue (Neuquén) y Villa Tulumba (Córdoba) se quedaron con el título de 'Best Tourism Villages' de la ONU e ingresaron al grupo de los mejores pueblos turísticas del mundo.
El certamen distinguió a 55 "pueblos que son ejemplo de destinos de turismo rural con bienes culturales y naturales reconocidos", tras evaluar más de 260 nominados de 60 países de todo el mundo.
En ediciones anteriores otros destinos del país como Caspalá, en Jujuy, y La Carolina, en San Luis, fueron destacados como los mejores pueblos turísticos del mundo.
La Argentina había postulado ocho pueblos en el concurso de la ONU: Villa Tulumba (Córdoba); Caviahue-Copahue (Neuquén), Gaiman (Chubut); Campo Ramón (Misiones), Barrancas (Jujuy) Saldungaray (Buenos Aires), Los Chacayes (Mendoza) y Urdinarrain (Entre Ríos).
Los ganadores que quedaron entre los mejores del mundo son:
En tanto, Campo Ramón (Misiones) quedó seleccionado con un upgrade, por lo que recibirá apoyo y será elegible otros años para obtener el máximo sello del turismo sostenible.
Esta localidad de casi 8000 habitantes es reconocida como símbolo de la colonia galesa de Chubut, que se radicó en el lugar a 36 kilómetros de Rawson a mediados del siglo XIX.
Recorrerla hoy es vivir una experiencia entre el pasado y el presente, donde se mezcla el paisaje rural con el urbano, resaltando el patrimonio arquitectónico de aquellas construcciones en roca arenisca y ladrillo a la vista.
Entre capillas y viviendas típicas, las características casas de té evocan una costumbre hogareña de las familias fundadoras.
Es una aldea de montaña conformada por dos asentamientos poblacionales distantes con 16 kilómetros entre sí. Están insertos dentro del área natural protegida "Parque Provincial Copahue", en Neuquén, a 370 kilómetros de la capital.
En los alrededores, hay pequeños parajes rurales donde habitan comunidades mapuches y criollas. Rodeados de una geodiversidad, posee un volcán activo, fuentes termales, un lago y lagunas de aguas ácidas, y bosques milenarios de araucarias.
Con poco más de 9000 habitantes, tiene una impronta galesa que le da nombre al lugar y significa "Pueblo del Molino". Se encuentra ubicado en un extenso valle productivo, rodeado de recursos naturales que lo han convertido en uno de los destinos turísticos de la comarca Los Alerces.
El paisaje más colorido de la Patagonia lo aporta su imponente Campo de Tulipanes, en el mes de octubre. También hay viñedos y plantaciones de frutas finas. Muy cerca se encuentra también el Parque Nacional Los Alerces, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Es el pueblo más antiguo de Córdoba y se ubica a 130 kilómetros al norte de la capital. Data de 1585 y fue elevada a Villa Real en 1803 por Cédula Real de Carlos IV de España.
Testimonio viviente de la época colonial, con sus calles empedradas, farolas añejas, antiguas iglesias y casonas de adobe del siglo XVIII y XIX, es considerado actualmente un museo a cielo abierto.
Sus pobladores originarios, los sanavirones, dejaron un importante legado cultural a través de más de 35.000 pinturas rupestres en las paredes de piedra de Cerro Colorado, y resto de la zona.
Esta iniciativa de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) tiene como objetivo visibilizar experiencias y roles de la actividad turística en el desarrollo local desde sus dimensiones sociales, ambientales y económicas.
La iniciativa reconoce a los pueblos que fomentan el turismo como uno de los motores del desarrollo real y el bienestar de las comunidades, un compromiso con la sostenibilidad en todos sus aspectos: económico, social y ambiental.
Las localidades deben tener baja densidad demográfica (hasta 15 mil habitantes), estar situados en un paisaje natural y/o cultural característico y compartir valores y estilos de vida propios de la región puestos en valor turístico, entre otros factores que hagan al desarrollo del turismo.