Desde que, a principios del siglo XX, abriera sus puertas el mítico Museo Chicote, la coctelería se ha convertido en una pata imprescindible de la gastronomía y el ocio de Madrid. Perico Chicote, un barman de gran prestigio en aquella época, inauguró el primer bar de España en ofrecer una amplia casta de cócteles inspirados en los mejores locales de Nueva York y Londres en 1931. Se trató de toda una innovación; un nuevo concepto que cautivó la atención de la alta sociedad y rápidamente se convirtió en un icono de la ciudad y un punto de encuentro de personalidades importantes de la época, atrayendo a celebridades, artistas y políticos de la época. Cuentan que entre su clientela habitual se encontraban nombres tan destacados como Ernest Hemingway, Orson Welles y Ava Gardner.
Fue el pionero; un visionario al que siguieron un buen número de profesionales del sector, quienes consiguieron convertir el arte de preparar y servir cócteles en un importante reclamo más de la capital de España. Y no se trató de una moda pasajera... En los últimos años, la mixología madrileña ha experimentado un auge increíble. Los bares de cócteles han proliferado en las zonas con más ambiente de la capital y los bartenders locales han ganado reconocimiento internacional gracias a sus creaciones innovadoras y habilidades en la elaboración de mezclas originales y deliciosas. La creatividad en la fusión de bebidas y la atención al detalle en la presentación hacen que la ciudad destaque en la escena europea, que ya la ubica en el mapa de las visitas imperdibles para los amantes de los combinados.
Asimismo, la capital ha difundido Mad Mixology, una guía elaborada por Hostelería de Madrid en colaboración con la Comunidad de Madrid que condensa las mejores coctelerías, y ha promovido numerosos concursos que están redefiniendo la escena de los cócteles en la ciudad y convirtiéndola en un destino imprescindible para los amantes de los cócteles.
Chicote no solo introdujo a los madrileños en la mixología, sino que también estableció un estándar de calidad y creatividad que sigue inspirando a los bartenders que destacan hoy en día.
Uno de los ejemplos más destacados es Dry Martini by Javier de las Muelas, que trasciende como un bar de cócteles para ser una joya mundialmente reconocida. Con una atmósfera encantadora que fomenta la conversación, disfruta de recreaciones de cócteles clásicos y exclusivas creaciones de Javier de las Muelas, en las que destaca su excepcional destreza en el arte de la coctelería.
Otro imprescindible es Santamaría, una antigua casa de citas transformada en 2010 y convertida ahora en una auténtica coctelería clásica única. Con una meticulosa atención a los detalles, crea una experiencia envolvente y puede presumir de servir el Bloddy Madryd Santamaría, seleccionado como «Cóctel de Madrid 2024».
Mención especial merece Caracortada, la apuesta más rebelde de Madrid. Ubicada en el corazón de Madrid, en el barrio de las Letras, este espacio transforma tragos clásicos en cócteles únicos, ofreciendo una experiencia innovadora para amantes de los destilados. Domina lo clásico, pero invita a explorar su carta creativa.
En el Madrid de las experiencias gastronómicas y de ocio integral, la mixología ha adquirido protagonismo y evoluciona con propuestas atrevidas y vanguardistas. Los bares de cócteles no solo ofrecen bebidas, sino que también crean experiencias sensoriales completas que combinan comidas y bebidas para lograr una unión perfecta que resalta los sabores y aromas de los elementos que se conjugan.
Un ejemplo de esta tendencia es Angelita Madrid, un bar que se especializa en maridar cócteles con platos cuidadosamente seleccionados. Aquí, los clientes pueden disfrutar de una cena completa donde cada plato se acompaña de un cóctel diseñado específicamente para complementar y realzar los sabores de la comida. Esta fusión de gastronomía y mixología crea una experiencia única que atrae a los paladares más exigentes.
No hay duda de que el renacimiento de la coctelería en Madrid lleva un gran esfuerzo y trabajo detrás. Con una nueva generación de bartenders apasionados y creativos, la ciudad continúa evolucionando y experimentando con nuevas técnicas y sabores. La mixología de la capital se está convirtiendo en una forma de arte, donde cada cóctel cuenta una historia y cada bar ofrece una experiencia única.
Las coctelerías de toda la vida se unen con los recién llegados, que vienen pisando fuerte. Tradición y creatividad se alían para ofrecer experiencias únicas y memorables y posicionar a Madrid como un referente en la escena europea de la coctelería.
De esta forma, los turistas que pongan un pie en Madrid deben apuntar en su lista de imprescindibles hacer una parada en alguno de sus locales de cócteles o, si disponen de más tiempo, embarcarse en una ruta que les descubra todos sus sabores.
