El presidente Javier Milei y su par electo de Estados Unidos Donald Trump se reunieron en el lujoso club de Mar-a-Lago, donde se está desarrollando una nueva edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que tendrá al libertario como uno de sus disertantes en la jornada de mañana. El encuentro entre ambos dio de manera informal, según informaron desde Presidencia.
El jefe de Estado arribó este jueves al mediodía en Palm Beach, Florida, para encontrarse y fotografiarse con el Presidente electo de los Estados Unidos en el marco del foro de la derecha conservadora, al que iba a asistir parte del aparato político-empresarial que acompañó a Donald Trump durante la campaña electoral.
Milei llegó a territorio estadounidense junto a su hermana y secretaria general de la Presidencia Karina Milei. Ya en el hotel lo esperaba el canciller Gerardo Werthein. Son los únicos dos funcionarios que lo acompañan.
La agenda y el cronograma de actividades de la CPAC era bastante restringido. La edición de Mar-a-Lago es particularmente distinta: en vez de un único evento con expositores, el de esta ocasión fue denominada Investor Summit, orientada a recibir empresarios y conversar sobre las expectativas de la próxima gestión republicana.
Parte de la programación de la CPAC de Mar-a-Lago
Milei viajó a Estados Unidos con dos objetivos principales: una, la más obvia, la de ser el primer presidente en fotografiarse con Trump; y otra, la de mostrarse ante empresarios como uno de los líderes de una presunta época global que podría estar signada por las ideas libertarias y antiprogresistas.
Son consignas que van en línea con lo que el próximo presidente de los Estados Unidos busca imponer en su futura gestión. "Usted es mi presidente favorito", le habría dicho Trump a Milei en una charla de 10 minutos que ambos mantuvieron el pasado martes, la cual fue ampliamente comunicada por los voceros oficiales del Gobierno.
El libertario había intentado comunicarse con su par sin éxito por casi una semana. En paralelo, diferentes agencias de noticias internacionales comunicaban que Trump había conversado con 70 líderes mundiales diferentes, ninguno de ellos Milei. Las gestiones que habría hecho el CEO de Tesla y Space X, Elon Musk, habrían sido claves para que finalmente ocurra la llamada.
En el Gobierno son conscientes de que Argentina no es una prioridad para los Estados Unidos. No al menos en términos de importancia geopolítica o de injerencia económica. Pero sí afirman en público y en privado que la bala de plata para ser escuchados para el afuera es el perfil global que fue forjando el mismo Milei durante el último año, viralizándose en redes (particularmente en la red social X) y figurando en congresos internacionales de todo tipo.
"Tenemos funcionarios del futuro gabinete de Trump que usan frases de Javier", explican desde Casa Rosada, dando a entender que el grado de conocimiento de Milei podría tener un correlato positivo para la gestión libertaria.
La mención hace referencia a la llegada del autor y empresario Vivek Ramaswamy al Departamento de Eficiencia Gubernamental que creará Trump, una emulación del Ministerio de Transformación y Desregulación del Estado que preside Federico Sturzenegger. Ambos se verán esta semana en Palm Beach.
Ramaswamy buscó a Milei en la misma edición de la CPAC en la que hubo una foto con Trump. "Marxismo, afuera", lo saludó en esa breve charla en la que hablaron de autores libertarios como Ludwig von Mises y Friedrich Hayek.
Trump anunció que crea el Departamento de Eficiencia del Gobierno. Símil Ministerio de Desregulación. Estarán a cargo Elon Musk y Vivek Ramaswamy, un republicano ultra-anti agenda woke y asumido como fanático de Milei. Así lo saludó en la CPAC de febrero. pic.twitter.com/zVtPrr8iWo
— Manu Jove (@manujove) November 13, 2024El área de Ramaswamy tendrá a Elon Musk como cotitular. Este último tiene una relación estrecha con Trump y en la Casa de Gobierno consideran que configura otra terminal clave para poder llegar a diferentes esferas de la Casa Blanca.
Sin embargo, el poder de Musk dentro de la estructura gubernamental es mínimo si se lo compara con la influencia que tendrá el senador de la Florida, Marco Rubio, quien fue anunciado por Trump como su próximo secretario de Estado, uno de los puestos más relevantes de todo el Ejecutivo de ese país. Se trata de una excelente noticia que fue festejada por la Casa de Gobierno: esa persona será responsable de implementar las decisiones de política exterior de Trump y asesorarle con respecto a asuntos de interés internacional.
El día de la asunción de Milei -el 10 de diciembre pasado-, Rubio publicó un artículo en La Nación titulado "EE.UU. debería apoyar al presidente Milei". Allí, el referente republicano pidió recompensar los esfuerzos del gobierno libertario en alinearse a con su país y romper "con las malas prácticas económicas del establishment de la izquierda".
Fragmento de la columna de Rubio en La Nación. (Captura)
"Estos esfuerzos deberían recibir la atención y el apoyo de Washington. El presidente Biden debería utilizar la influencia de los EE.UU. en el FMI para ayudar al presidente Milei a reestructurar la deuda de la Argentina. Esto es un elemento crucial porque el problema más urgente que enfrenta el país (la creciente inflación que superó el 140% este otoño) está ligado a la aplastante crisis financiera considerando que la Argentina le debe $44 mil millones al FMI", escribió.
El texto -con un año de antigüedad- no podría haber sido más conveniente para las necesidades del oficialismo al respecto de la deuda externa.
Rubio conoce bien de cerca al Gabinete libertario. Viajó a la Argentina en febrero y visitó a Milei a la Casa Rosada: la audiencia tuvo como corolario una foto posando en la puerta del despacho presidencial. Durante esa jornada se reunió con Luis Caputo y Diana Mondino.
