Las termas argentinas son un atractivo turístico que se extiende provincia por provincia, ofreciendo vivencias únicas en diferentes complejos de aguas termales. Para los amantes de este tipo experiencias, es importante saber dónde se encuentran y qué características tienen.
Cada región cuenta con sus características específicas, desde la composición mineral de las aguas hasta los tratamientos terapéuticos que se pueden realizar. Esta variedad de opciones convierte a las termas argentinas en una alternativa popular de turismo de bienestar.
Entre Ríos se destaca por ser una de las provincias con mayor cantidad de complejos termales. Entre los destinos más populares se encuentran:
Además, existen otras termas reconocidas en Concepción del Uruguay, Chajarí, San José y Colón, este último muy visitado por sus playas de río.
Las termas argentinas ofrecen beneficios para problemas reumáticos, musculares y de piel. (Fuente: Instagram @ciudadtermal)
Otros centros termales de la provincia son Gualeguaychú, Victoria del Agua, Basavilbaso, Villaguay, La Paz, Santa José y Ayuí.
Estas termas extraen sus aguas del Acuífero Guaraní, considerado una de las mayores reservas de agua dulce a nivel mundial. Las aguas emergen a una temperatura de 42 °C y poseen propiedades cloruradas, bicarbonatadas, sódicas y de baja mineralización.
Son recomendadas para el tratamiento de enfermedades crónicas como artritis, problemas de piel y afecciones respiratorias, además de ayudar en la rehabilitación neurológica y el alivio del estrés.
En la provincia de Buenos Aires, las Termas de Carhué destacan por la particularidad de sus aguas provenientes del lago Epecuén, con una altísima concentración de sal que genera un efecto similar al Mar Muerto.
Este sitio es ideal para tratamientos de relajación muscular y para abordar problemas de la piel como psoriasis y artritis.
Además, recientemente se inauguró el Parque Termal y Lúdico Mar de Epecuén, un complejo que permite disfrutar de las propiedades del agua en piscinas y tratamientos de spa.
Otros complejos de aguas termales en Buenos Aires incluyen:
También están las termas de Pedro Luro y Tapalqué, entre otras, que completan la oferta termal de la provincia.
La ciudad de Río Hondo, en Santiago del Estero, es uno de los destinos termales más reconocidos de Argentina. Situada a orillas del río Dulce, esta zona cuenta con napas ricas en minerales que permiten la aparición de aguas termales a temperaturas entre 27 °C y 70 °C.
Sus propiedades terapéuticas incluyen efectos calmantes y analgésicos, así como la capacidad de mejorar el sistema termorregulador y depurar toxinas.
Argentina cuenta con complejos termales en casi todas sus provincias. (Fuente: Instagram: @turismotermas)
Estas aguas son frecuentadas tanto por su capacidad para aliviar problemas reumáticos como para ayudar en la relajación muscular. La ciudad también ofrece múltiples hoteles y centros especializados para aprovechar al máximo estos beneficios naturales.
En Salta, el centro termal Rosario de la Frontera es un sitio clásico para quienes buscan relajación y tratamientos con aguas minerales.
Mientras tanto, en Jujuy, la Villa Termal de Reyes ofrece un entorno natural rodeado de yungas, lo que la convierte en una experiencia de inmersión completa en la naturaleza.
Ambas provincias brindan opciones termales en un entorno paisajístico único, permitiendo al visitante disfrutar de la tranquilidad y beneficios de las aguas termales en un ambiente montañoso.
En Catamarca, las Termas de Fiambalá son un atractivo destacado. Este complejo cuenta con 14 piscinas de piedra que se llenan con aguas hipertermales, sulfatadas y alcalinas.
Estas aguas son recomendadas para desintoxicar el organismo, aliviar el sistema nervioso y mejorar la circulación.
Las termas de Fiambalá, situadas en un paraje de montaña, son un sitio ideal para quienes buscan una combinación de relax y contacto con la naturaleza, mientras disfrutan de los beneficios de estas aguas.
Cacheuta, a poca distancia de la ciudad de Mendoza, es el centro termal más popular de la provincia. Este lugar cuenta con piscinas construidas con piedra volcánica y aguas de origen glaciar.
Su alta mineralización y leve radiactividad las hacen aptas para el tratamiento de afecciones osteomusculares, respiratorias y dermatológicas.
Además de Cacheuta, Mendoza ofrece otros complejos termales en Los Molles, Cajón Grande y del Azufre, cada uno con sus propias características y propiedades. Las termas mendocinas se destacan tanto por sus beneficios terapéuticos como por su ubicación en un entorno de montañas.
En San Luis, las termas de Balde y San Gerónimo se destacan como opciones de relax y tratamiento en la región.
En San Juan, los centros de La Laja y Pismanta también ofrecen aguas con propiedades beneficiosas para la salud, en un entorno natural.
Ambas provincias presentan opciones de aguas termales con efectos analgésicos y calmantes, que son ideales para quienes buscan un tratamiento complementario a afecciones físicas o simplemente desean descansar en un entorno natural.
En Neuquén, las Termas de Copahue se destacan por su ubicación en una zona volcánica activa. Aquí se encuentran más de 20 tipos diferentes de aguas mineromedicinales, combinadas con fangos y vapores ricos en azufre.
Las termas combinan bienestar, tratamientos y contacto con la naturaleza . (Fuente: Instagram @termasdecopahue)
Este centro es único en el mundo por su combinación de recursos naturales que incluyen también algas de alto valor nutritivo.
Otras termas en Neuquén son las de Caviahue, que comparte los recursos volcánicos de Copahue, y Epulafquen, junto al lago del mismo nombre.
Las propiedades de estas aguas incluyen efectos antiinflamatorios, analgésicos y regeneradores que atraen tanto a turistas como a quienes buscan alivio para problemas de salud específicos.
