Un estudio reciente de científicos chinos ha revelado una aceleración alarmante en el debilitamiento del campo magnético de la Tierra, particularmente en América del Norte. Este fenómeno podría ser una señal de un futuro cambio de polaridad terrestre, un evento natural que, en el pasado, provocó extinciones masivas y el colapso de civilizaciones. Los investigadores han notado que el campo magnético está debilitándose de forma inusitada, mientras que en el hemisferio oriental, incluido China, se está fortaleciendo.
El estudio fue realizado por un equipo de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China, liderado por el profesor Fang Hanxian. Publicado en la revista Review of Geophysics and Planetary Physics, el trabajo señala que, en las últimas tres décadas, el campo magnético de América del Norte ha caído por debajo del promedio global, lo que podría ser una señal de un cambio en la polaridad magnética que afectaría drásticamente a la Tierra.
El cambio de polaridad es un fenómeno geofísico en el cual los polos magnéticos de la Tierra se invierten. Durante este proceso, el campo magnético se debilita significativamente, y su capacidad de protección disminuye de forma crítica. Según los datos recogidos por el profesor Fang y su equipo, el debilitamiento es especialmente notable en América del Norte, una región donde, hasta 1990, el campo magnético era uno de los más fuertes del planeta. Este cambio alarmante podría estar indicando que la Tierra se dirige hacia una inversión inminente de sus polos, un fenómeno que, de ocurrir, dejaría al planeta sin defensa contra la radiación cósmica y solar.
La rapidez con la que el polo magnético del hemisferio norte se desplaza ha inquietado a la comunidad científica. Desde el año 2000, su velocidad ha aumentado de 10 a 50 kilómetros por año. Investigadores del Instituto de Física Planetaria de París han documentado que el desplazamiento de los polos ha coincidido con episodios históricos de colapso de civilizaciones en diversas regiones del mundo, incluyendo las antiguas culturas de Irán y Siria hace 4.000 años. Fang señala que esta aceleración podría formar parte de un ciclo natural en el que la Tierra se prepara para otro cambio de polaridad.
Si la polaridad magnética de la Tierra cambiara, las consecuencias serían enormes para la civilización actual. Durante el evento Laschamp, hace unos 41.000 años, el debilitamiento extremo del campo magnético permitió que altos niveles de radiación impactaran la superficie terrestre, lo que afectó el clima y generó extinciones masivas. Chris Tuney, director del Centro de Ciencias de la Tierra y la Sostenibilidad en Australia, advirtió que un cambio similar hoy sería devastador: "Además de dejar expuesta la vida a altos niveles de radiación, podría destruir las redes eléctricas, satélites y todo tipo de dispositivos electrónicos".
El debilitamiento del campo magnético afectaría también a la capa de ozono y la ionosfera, lo que podría desencadenar trastornos climáticos y provocar un aumento de enfermedades relacionadas con la radiación. Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México indican que, en el pasado, la disminución del campo magnético coincidió con el colapso de la civilización maya, probablemente debido al impacto ambiental de los cambios magnéticos.
Aunque los científicos no pueden precisar cuándo sucederá el próximo cambio de polaridad, observan un debilitamiento continuo del campo magnético global, que ha perdido cerca del 9 % de su fuerza en los últimos 170 años. Fang Hanxian y su equipo de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa sugieren que los patrones actuales de debilitamiento y fortalecimiento en diferentes regiones del planeta podrían ser señales de que el evento se acerca, aunque no hay consenso sobre la fecha.
El área del Atlántico, al este de Sudamérica, es una de las más vigiladas por agencias espaciales, ya que la intensidad magnética allí se encuentra en niveles especialmente bajos. Esto, junto con el debilitamiento en América del Norte, mantiene a la comunidad científica en alerta ante la posibilidad de otro cambio polar en las próximas décadas o siglos, lo cual podría traer consecuencias devastadoras y un escenario sin precedentes para la humanidad.