Para tratar de evadir su responsabilidad en tres carpetas que hay en su contra y por las cuales estoy escribiendo esta columna, este violentador de mujeres durante 30 años está intentando construir una narrativa en la que trata de justificar su extradición como –agárrense– una persecución política o un fallo del sistema judicial.
Esta postura no sólo distorsiona la realidad de los hechos, sino que además vulnera a las víctimas, quienes han demostrado un valor incalculable al alzar la voz y denunciar.
Andrés Roemer, el 2 de octubre de 2023, fue arrestado en Tel Aviv y remitido a una prisión en Jerusalén. Hoy en día, aunque tiene prisión domiciliaria, vive como rey en un mega penthouse. Su extradición está en veremos por la guerra.
Ahora bien, durante todo este tiempo, Roemer ha actuado de manera activa para construir una narrativa que afecta a las partes involucradas, buscando desviar la atención de las graves acusaciones que enfrenta y desacreditar el proceso judicial.
Al llegar a México y tras pasar el examen médico, la FGR se lo entregará a la fiscalía CDMX y ellos lo llevarán al reclusorio y comenzarán los juicios en su contra de inmediato.
El caso de Roemer comenzó en febrero de 2021 y para marzo la cuenta de Periodistas Unidas Mexicanas, en Twitter, llegó a recopilar más de 63 denuncias públicas. Existieron 19 carpetas de investigación en la fiscalía CDMX, por los delitos de violación (seis carpetas), abuso sexual (12 carpetas) y acoso sexual (una carpeta).
Comenzaba por una propuesta laboral pudiendo ser para Poder Cívico o Ciudad de las Ideas, las citaba en el “domicilio de su empresa”, que coincide ser su propio domicilio; con algunas es directo especificando que es su casa, pero que la cita debe ser ahí debido a que tiene prisa o sale de viaje; a algunas otras les da largas diciendo que la cita será en un café en la Plaza de Río de Janeiro, pero termina siendo en su casa.
En su propia casa es donde comete los delitos sexuales; desde el abuso sexual hasta violación agravada.
La fiscalía atrajo el caso por “noticia criminal,” esto es algo que sucede con frecuencia cuando los medios y redes sociales se llenan de estos delitos.
Las investigaciones se llevaron conforme marca el proceso y, cuando se agotó la etapa de investigación inicial, un juez giró la primera orden de aprehensión el 5 de mayo de 2021. Sin embargo, Roemer tenía dos meses fuera del país; o sea, ya se había fugado.
Y así fueron sucediendo cuatro órdenes de aprehensión más por el delito de violación hasta diciembre de 2021.
El 6 de diciembre de 2021, Diana Murrieta –de Nosotras para Ellas, AC–, en compañía de Mariana Flores –una de las denunciantes–, se reunió con Marcelo Ebrard para solicitar que, mediante sus funciones, pudiera ayudar a la extradición de Andrés Roemer, quien se encontraba en Israel.
Porque en Tel Aviv Roemer acosó sexualmente a una mujer y, además, porque Amir Shuan, periodista israelí, lo grabó caminando por las calles de esta ciudad.
Las cinco órdenes de aprehensión se convirtieron en extradición, por lo que Interpol levantó la ficha roja.
Como Israel es un país que no tiene tratado de extradición con México, la SRE, FGR y la fiscalía CDMX trabajaron en el proceso de extradición basado en la cooperación internacional.
Cínico como es, reapareció públicamente el 10 de mayo de 2022, declarando que eran falsas las denuncias y que estaba siendo víctima de una persecución política. ¡Así de poco hombre!
Luego comenzó a pedir amparos para anular las órdenes de aprehensión, la exposición a medios de su persona, el acceso a las carpetas por medio de apoderada legal y copias de éstas; durante cuatro meses, se fueron acumulando más de 40 amparos en total por todas las carpetas.
Pues en estos amparos no notificaban a ninguno de los abogados de las denunciantes ni a ellas, por lo que tenían que estar a las vivas. Sin embargo, por estos amparos logró obtener acceso a una de las carpetas que tenían orden de aprehensión y con eso pudo combatirla y reclasificarla de violación a abuso sexual, y con el tiempo prescribirla.
Por estas acciones es que hoy únicamente existen en su contra cuatro órdenes de aprehensión –tres de Nosotras para Ellas, AC, y una del Instituto Mexicano de Derechos Humanos–.
Ya que durante este proceso los abogados de este violentador han acechado constantemente a las organizaciones que representan a las denunciantes, así como presentado denuncias y demandas infundadas respecto de este caso, tales como daño moral o fraude procesal.
La pesadilla que estas mujeres, sus hijos y abogados viven es inimaginable, no sólo por ser violadas, sino porque el acoso de él y sus abogados no ha parado. Sí, buscan intimidarlas para callarlas.
Leído lo anterior, estimados lectores, les pido que aborden este tema con sensibilidad y responsabilidad. Que no permitamos que un proceso legal legítimo sea manipulado y utilizado para hacerse la víctima y decir que es un perseguido político, enfrentando acusaciones tan graves. Es importante aclarar que escribo sólo por las tres mujeres violadas por Roemer, que hoy son quienes sostienen la extradición (no por las otras) y por quienes será extraditado y juzgado.
La justicia debe prevalecer, y debemos recordar siempre la importancia de no revictimizar a quienes, en un acto de valentía, buscan que su voz sea escuchada.
Andrés Roemer es el caso de violencia sexual de un agresor múltiple más documentado en México.
Continuará…
