Histórica, cultural y muy artística. Así es el destino propuesto hoy, Boston. Y es que apenas a un mes y medio de finalizar el año y de estar sumergidos en la Navidad, para muchos la elección del próximo viaje pasa porque sea un lugar de esos que están en la mayoría de las listas de «obligado visitar» al menos una vez en la vida. Boston es uno de ellos.
Tampoco hay que olvidar que en estos días Estados Unidos ocupa titulares en todo el mundo con sus elecciones, algo que sin duda despierta el impulso de conocer a fondo este país, ¿y qué mejor lugar para comenzar que en una ciudad cargada de su historia? Sin duda, Boston es una opción ideal para una escapada en estas fechas.
Sí, los próximos dos meses son un momento muy especial para conocer esta interesante urbe. Una de las razones es que a medida que se aproxima diciembre y se prepara para la Navidad se siente en todo su esplendor el encanto de las calles bostonianas.
Como en otras ciudades del mundo, los tradicionales mercadillos navideños comienzan ya a adornar y embellecer sus puntos neurálgicos. Uno de los más importantes es el que se instala en Snowport, donde más de un centenar de puestecitos venden regalos, artesanías y una gran variedad de golosinas y dulces típicos navideños. Un paseo por este encantador espacio bajo las luces navideñas en el histórico Commonwealth Avenue Mall es algo mágico, y nada mejor que disfrutar de una cena en uno de los restaurantes locales con vistas al puerto marítimo.
Para quienes deseen sumergirse en la atmósfera navideña de Boston, el patinaje sobre hielo es una magnífica elección. La clásica pista del Frog Pond en Boston Common, rodeada de luces navideñas, resulta un lugar muy típico donde tanto locales como turistas disfrutan del atractivo invernal. Además, el 31 de diciembre, los famosos fuegos artificiales iluminan el cielo de Boston para celebrar el Año Nuevo, mientras que durante el día, uno de los alicientes de estas fechas es ver las también célebres esculturas de hielo en el paseo marítimo.
Pero Boston no solo es seductora en Navidad. Sus encantos históricos y culturales permanecen durante todo el año, brindando experiencias únicas a los visitantes. Cuna de la independencia estadounidense, Boston cuenta con el famoso Freedom Trail, un sendero de 4 kilómetros que pasa por dieciséis de los lugares históricos más importantes, como la Old North Church, la fragata USS Constitution y el sitio de la Masacre de Boston. Este recorrido permite conectar con el espíritu revolucionario de la ciudad y entender cómo se forjaron los primeros pasos de la nación estadounidense.
Para los amantes del arte, el Museo de Bellas Artes (MFA) de Boston es una parada obligatoria. Su vasta colección de más de 450.000 obras, que va desde arte egipcio, japonés y chino hasta impresionismo europeo, es una muestra de la riqueza cultural que Boston ha abrazado a lo largo de los años. Cerca de allí, el Museo Isabella Stewart Gardner ofrece una experiencia completamente distinta. En un palacio veneciano cuidadosamente decorado, sus piezas únicas de arte y jardines interiores transportan a otro tiempo y lugar.
El encanto de Boston también se vive en sus barrios históricos. North End, el barrio italiano, es famoso por sus callejones llenos de historia y por ser hogar de la casa de Paul Revere, uno de los héroes revolucionarios. Caminar por sus calles es como adentrarse en un pequeño rincón de Italia en pleno Massachusetts, con restaurantes italianos auténticos y cafeterías tradicionales que invitan a hacer una pausa en el itinerario. Y un apunte para los más golosos, en este barrio se encuentra Mike’s Pastry, ¡una parada obligada para tomarse un delicioso dulce!
Otra de las joyas urbanas de la ciudad es Newbury Street, una de las calles comerciales más elegantes de Boston, donde boutiques de lujo, galerías de arte y cafeterías se dan la mano. Durante la temporada navideña, esta calle se transforma en un pasaje iluminado, ideal para pasear y disfrutar de la decoración de los escaparates. Muy cerca, en Copley Square, se encuentra la Boston Public Library, un refugio para los amantes de la literatura y la arquitectura. Esta biblioteca, con su majestuoso e impresionante Bates Hall y sus murales, es uno de esos lugares que, incluso en el bullicio de la ciudad, invita al sosiego y la reflexión.
Y como última visita, nada mejor que acudir al puerto y al Boston Tea Party Ships & Museum, donde se puede revivir el famoso Motín del té de Boston, un evento que marcó la ruptura definitiva con Inglaterra.
Como excursión a los alrededores, Cape Ann es una excelente opción. A tan solo una hora en coche, esta región costera es conocida por sus hermosos paisajes y su historia marinera, por lo que es ideal para quienes desean un tiempo tranquilos rodeados de naturaleza.
La ciudad de Gloucester, uno de los puertos pesqueros más antiguos de Estados Unidos, es perfecta para disfrutar de la frescura del mar y degustar mariscos en sus restaurantes. También cuenta con el Museo de Gloucester, que celebra la vida y cultura de los pescadores locales. En Rockport, otro pueblo de Cape Ann, los visitantes pueden pasear por Bearskin Neck, una calle llena de tiendas de arte y galerías. Uno de los puntos más fotografiados es el icónico «Motif Number 1», una réplica de una antigua cabaña de pescadores conocida por los estudiantes de arte como «el edificio más pintado de EE. UU.».
Cape Ann también ofrece playas y senderos naturales, perfectos para hacer caminatas y disfrutar de la tranquilidad invernal de la costa de Nueva Inglaterra. Aunque en esta temporada no es común hacer actividades de playa, el aire marino y la fuerza de las olas en invierno crean un ambiente fascinante para una excursión corta desde Boston; un soplo de aire fresco para romper con la rutina.
Sin duda, Boston resulta una opción más que acertada como destino para unas vacaciones en estas fechas, ¿no cree?
