Cuando alguien destaca en cualquier ámbito de la vida, le salen socios de debajo de las piedras. Brillantes, cómplices, eficaces, silenciosos, de todos los colores. Luego, el protagonista elige según las necesidades o la química con los candidatos. Lamine Yamal tiene ese magnetismo especial que provoca el deseo incontrolable a su alrededor de asociarse con él.
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